En un partido polémico por el uso excesivo del videoarbitraje, Chile se impuso 1-0 a Camerún con un tanto del Rey Arturo a 10 minutos del final.
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El seleccionado chileno comenzó el partido con un ritmo arrasador y antes de que se cumpliera el primer minuto ya había sacudido el arco de Camerún con un remate de Vargas que se estrelló en el travesaño.
Sin embargo, el equipo africano se fue soltando con el correr de los minutos y comenzó a incomodar a Chile a partir de la posesión del balón, aunque no sin sufrir en defensa.
Sobre el final de la primera mitad se desató una polémica que invita a rever los avances que FIFA cree haber logrado con la introducción del videoarbitraje. Vidal asistió con maestría a Vargas que rompió las líneas defensivas de Camerún y definió por sobre el cuerpo del portero. Hubo festejo y la ya habitual incertidumbre cunado el árbitro anunció que la jugada estaba siendo chequeada.
Y la decisión fue que el tanto no era válido, algo que no lograban explicarse ni los futbolistas chilenos ni los aficionados mientras veían en la repetición que se transmitía en las pantallas del estadio que el delantero de La Roja picaba en la misma línea que el último defensor camerunés.
Todo Chile se fue molesto a los vestuarios y el desencanto repercutió en el nivel demostrado en el complemento, donde cayó significativamente el rendimiento del equipo. Pero Arturo Vidal tenía todavía una carta para jugar y a diez minutos del final anotó el gol que abrió el marcador.
Ya en tiempo de adición hubo una nueva polémica, otra vez en un tanto de Eduardo Vargas, aunque con desenlace inverso. El árbitro anuló el gol, pero recibió el inmediato llamado de los comisarios de videoarbitraje que lo instaron a revertir la decisión y sentenciar que Chile ganara el partido 2-0. ¡Qué enredado se está volviendo el fútbol!