Cuando Mauro Zárate decidió volver a Vélez para ayudarlo a salir de una situación muy comprometida con el descenso, tanto él como los directivos del club se encargaron de dejar en claro a los hinchas que solo sería por seis meses.

Sin embargo, tanto al delantero como al club les fueron ganando las ganas de extender un poco más el vínculo, aunque esto le signifique a Vélez una inversión económica que no entraba en sus planes de austeridad y a Zárateresignar el dinero que podría ganar en otro equipo.

Atentos a esta situación, tanto River como Racing hicieron sus averiguaciones sobre las posibilidades de contratar al delantero que, sin embargo, se encargó de aclarar que en Argentina no jugará en otro equipo que no sea El Fortín.

Y como gesto de agradecimiento a la fidelidad, en Vélez parecen haberse convencido de que si hay un gasto que vale la pena, el mismo debe orientarse a retener al último ídolo.