La marcha de los Baltimore Ravens es imparable y Lamar Jackson es, sin dudas, el principal candidato a quedarse con el MVP este año. Así lo demostró en este último Monday Night Football, en el que aplastaron a Los Angeles Rams por 45-6 y confirmaron que son el gran candidato a ganar el Super Bowl.
Sin embargo, el duelo de anoche tuvo varios condimentos extra, siendo el principal de ellos el regreso de Marcus Peters a Los Ángeles luego de que lo intercambiaran hace solo algunas semanas.
A pesar de que el esquinero se manifestara tranquilo sobre su situación laboral y como se dio su salida de la franquicia californiana, parece que le quedó alguna espina luego de ser intercambiado para hacer espacio salarial para la llegada de Jalen Ramsey.
Así quedó claro luego de que, en el cuarto cuarto celebró una intercepción sobre Jared Goff y comenzó a gritarle a la defensa de los Rams. Especialmente, dirigió sus burlas a Ramsey, llamándolo y sacándole la lengua.
El ex Jaguars no se quedó callado y fue a buscarlo cuando terminó el juego, pero, en el campo, no quedó más que en un airado intercambio de palabras – seguramente poco amistosas – ya que rápidamente varias personas se interpusieron entre ambos. Sin embargo, el esquinero de los Rams quiso volver a buscar a Peters en el túnel y tuvo que ser retenido para evitar que la pelea pase a mayores.
“No, no tengo ninguna espina clavada (en inglés, ‘chip on my shoulder’)”, dijo el ahora jugador de los Ravens antes del juego sobre su salida de los Rams. “¿Cómo terminó? Me intercambiaron y me está gustando la situación en la que estoy ahora (…) Entiendo el negocio del futbol americano”.
La franquicia angelina intercambió a Peters a mediados de octubre, a cambio del linebacker Kenny Young. Sin embargo, todo se trató de una medida para liberar espacio salarial para la llegada de Ramsey, algo que, evidentemente, molestó a su colega.
De cualquier manera, y como dijo el propio jugador, el que más ganó parece haber sido el jugador de Baltimore, que está en un equipo con altas chances de llegar al Super Bowl, a diferencia de los Rams.





