Fue una final cargada de nervios la de la Recopa Sudamericana. Desde el pitazo inicial hasta los más de 120 minutos de puro fútbol.

Sin embargo, en la tanda de penales, ningún ejecutando dio que hablar por una mala definición. Sin darle ninguna chance a los arqueros, la mayoría de los remates fueron perfectos.

 

En el décimo penal, el último de la tanda de cinco, Martín Benítez tomó el balón y con la responsabilidad de convertir para alargar la definición.

Sin embargo, Marcelo Grohe logró desviar con la cintura un fuerte remate del jugador de Independiente, el balón terminó por dar en el travesaño y el resto es sabido: Gremio campeón de la Recopa Sudamericana.