Es cada vez más normal ver fanáticos saltando al rectángulo de juego para abrazar o hacerse fotos con sus máximos ídolos, si bien el desenlace no siempre es bueno.
Sin embargo, esta costumbre parece que está extrapolándose a otros deportes, como demostró un fanático del Miami Heat que irrumpió en el tabloncillo en el partido de anoche ante los Nuggets.
Durante un par de tiros libres de Jamal Murray, el fanático, en claro estado de ebriedad, se abalanzó sobre la duela y corrió en dirección del tablero donde se tomaban los lanzamientos desde la línea.
Ante la mirada atónita del canadiense, la seguridad eventualmente escoltó a la fuerza al perpetrador, mientras el resto de los presentes reían y vitoreaban.
Si su intención era distraer a Murray, la táctica no funcionó, pues al final de la noche los visitantes se impusieron 113 por 99.
¡A este seguro no lo dejan volver a la cancha!