Como en Mar del Plata, los de Gallardo vencieron por la mínima y desde los doce pasos al Xeneize, esta vez de los pies de Mora. Comienzo de año redondo para River.

El Xeneize debía ganar, revertir sus tres derrotas al hilo en lo que va del año. El Millonario tenía que defender la ventaja de hace una semana. Pero, por sobre cualquier tipo de obligación, principalmente por la historia y figura que representa un Superclásico en Argentina: el hincha acepta todo, menos una derrota.

La primera parte fue un compilado de imprecisiones, en que la mayoría fueron provistas por el fondo millonario, donde Éder Balanta no comenzó con el pie derecho. Pudo quebrar el cero Carlos Tevez, que malogró una muy clara solo en el punto penal, o Rodrigo Mora de una volea, pero Nacho Fernández fue quien tuvo la más clara aunque el palo le dijo que no.

Para el comienzo del segundo tiempo, que prometía goles, Marcelo Gallardo hizo iniciar a su equipo con dos cambios: Driussi por Alario y Mayada por González. Dos caños, uno de autoría xeneize y otro millonario, lo más destacable de 45′ que brindaron poco y nada.

Sin embargo, cuando el pública ya parecía resignado, como en Mar del Plata, River encontró la victoria gracias a los doce pasos: Rodrigo Mora puso el 1-0 vía penal. Aunque no hubo grandes diferencias en el juego, el Millonario fue más que su rival en el complemento.

Blanco y negro son los resultados veraniegos de River y Boca. Los de Gallardo se llevaron al bolsillo los dos Superclásicos jugados, los de Arruabarrena registran la peor racha en 30 años desde que se hacen los Torneos de Verano.

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