Definitivamente esta no es la temporada que los Oakland Raiders esperaban tener. La llegada de Antonio Brown a la franquicia parecía darles una pieza clave para pelear por un lugar en playoffs, pero se convirtió en una pesadilla luego de las peleas que los empujaron a cortar al receptor.
La turbulenta experiencia tuvo impacto en el inicio de una nueva campaña que comenzó con un duro 0-2, aunque han logrado reponerse hasta superar la marca del .500 y quedar 5-4 tras la semana 10. Aun así, se mantienen detrás de los Chiefs (6-4) y buscan la forma de mejorar para ilusionarse con ganar la división.
Sin embargo, parece ser que la franquicia consideraría reforzarse con un jugador que viene de tener un serio conflicto en su antiguo equipo: se trata de Jermaine Whitehead, quien estuvo este martes en Oakland, a pesar de los motivos que impulsaron su salida de los Cleveland Browns.
Hace solo una semana, el profundo se cruzó con periodistas y fanáticos en Twitter y los amenazó. Incluso llegó a publicar la dirección de su casa para invitar a uno de sus seguidores a pelear, luego de que los Browns volvieran a perder en la semana 9.
A pesar de todo, no sería la primera vez que la franquicia firma a jugadores problemáticos y no es por nada que reciben el mote de “malosos”.
La lesión de Karl Joseph, que venía teniendo su mejor temporada hasta que cayó en la lista de lesionados (IR), explica la urgencia de Jon Gruden en agregar profundidad a su secundaria.
De cualquier manera, aún no han contratado al egresado de la universidad de Auburn e incluso el entrenador dijo que le encanta como juega DJ Swearinger, a quien firmaron tras la pérdida de Joseph.
Whitehead lleva cuatro temporadas en la NFL luego de llegar libre desde la NCAA. Pasó por los 49ers, Ravens y los Packers, hasta que recaló en los Cleveland Browns en 2018. Este año jugó en los ocho primeros partidos hasta que se produjo el incidente y fue cortado.