José Luis Gómez vivió una noche negra justo en el partido más importante en la historia de Lanús. Errático en cada participación, quedó marcado por una falla casi de amateur en la jugada que derivó en el tanto con el que Fernandinho abrió el marcador y silenció a todo el público del Granate.
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Prueba de su desconsuelo, con la derrota consumada que coronó a Gremio como campeón, fueron sus declaraciones en la zona de estacionamiento del estadio, que sorprendieron por su contundencia:“Estoy triste, con bronca. Me siento culpable. Se me pasa por la cabeza dejar el fútbol, retirarme. Son equivocaciones que no tenemos que cometer. Apenas terminó el partido lo decidí, en frío tomaré una buena decisión”, manifestó.
Gómez pidió públicas disculpas a todos los hinchas de Lanús e insistió con que el equipo pagó caro su error. También se mostró desilusionado por no haber podido dar una nueva alegría a su familia, que estuvo presente en el estadio.
El futbolista de 24 años había sido valorado por Jorge Sampaoli, quien lo convocó para los partidos amistosos que la Selección Argentina disputó ante Brasil y Singapur en junio, hecho que es prueba de un gran futuro que, ahora, él mismo ha puesto en duda.