No titubeó. Corrió de punta a punta con la misma convicción con la que lo hace a diario. La keniata Peres Jepchirchir, con 2h27m20s, se quedó con el maratón olímpico de Tokio 2020 que se corrió en Sapporo, a 1100 kilómetros de la capital japonesa. A los 27 años, la vigente récord mundial de medio maratón, dio una verdadera exhibición de valentía y coraje para quedarse con unos 42,195 kilómetros condicionados por el calor y la altísima humedad que reinó durante toda la carrera. Los más de 31 grados y casi 85% de humedad fueron el convidado de piedra, el verdadero muro del maratón olímpico femenino . Su escolta fue Brigit Kosgei (2h27m36s), actual récord del mundo de la distancia. Tercera llegó la estadounidense Molly Seidel (2h27m46s).

El sofocante y abrasivo calor que reina hace días en Sapporo obligó a las autoridades olímpicas a adelantar el inicio de la carrera. Por ello, el maratón se inició a las 6 de la mañana local (18 de Argentina) y no a las 7, tal como estaba previsto. Misma situación se vivirá este sábado cuando se corran los hombres.

El pelotón de punta del maratón olímpico femenino (Getty Images)

Jepchirchir nació en el condado de Kerichi, al oeste de Kenia, en el seno de una familia de agricultores que cultivaban té y maíz, y su historia se inscribe dentro de los tópicos clásicos de las fondistas keniatas. Como la gran mayoría de los corredores kenianos, Jepchirchir proviene de la comunidad de Kalenjin, que también es el segundo grupo étnico más grande de su país. Al igual que muchas otras comunidades africanas indígenas, la denominación de Kalenjin se basa en lo que sucedió en el momento del nacimiento del niño. Por eso, los nombres a menudo se refieren al clima, a distintos eventos,a una temporada, a un momento o lugar de nacimiento, a un acontecimiento especial. Los masculinos toman el prefijo “Kip” o “Ki” con algunas excepciones, como mientras que los femeninos toman el prefijo “Chep”, “Che” y “Jep” o simplemente “Je”. En el caso de Peres, Jepchirchir refiere a alguien que nació muy rápido después de un parto corto.

Peres moldeó su temple al tener que correr entre 3 y 5 kilómetros diarios para ir al colegio. Su hermano vio su talento y la incentivó para tomarse en serio el heche de correr. En Kenia, claro, el atletismo es una salida laboral, un espacio de ascenso social. Por eso, a los 13 años (nació el 27 de septiembre de 1993) empezó a sumar más y más kilómetros. Siete años después, en 2013 debutó en maratón en Kenia y empezó a viajar al extranjero a correr en ruta. Pero en febrero de 2014 fue la gran sorpresa de los Campeonatos de Kenia de cross al llegar segunda corriendo descalza. En marzo de 2016 sorprendió en Cardiff ganando su primer título mundial de media maratón. En 2017 tuvo a su hija Natalia con David Ngeno, su marido y entrenador, y 13 meses después ya estaba corriendo en Emiratos Árabes. En diciembre de 2019 ganó el maratón de Saitama, la puerta abierta a su gran 2020, cuando en una de las primeras carreras de la postpandemia en un parque de Praga logró el récord mundial de los 21 kilómetros en una carrera exclusivamente femenina (1h05m34s) , marca que rebajó un mes y medio después, cuando logró en Gdynia su segundo título mundial (1h05m16s). Su año terminó en Valencia diciembre en Valencia, ganando una de las escasas grandes maratones realizadas en los últimos meses de 2020 con 2h17m16s ( en la misma carrera que la argentina Marcela Cirstina Gómez logró el record nacional de su país ).

“Estoy muy feliz porque hemos ganado para Kenia. Primera y segunda. Muchas gracias a Dios. Estoy feliz por mi familia y por Kenia, mi país”, dijo la vencedora. Y agregó: “Estoy muy contenta por haber representado a mi país por primera vez (en unos Juegos Olímpicos). Quiero dar las gracias a Kenia, a mis fans, a mi entrenador y a mis compañeros de entrenamiento. Hemos ganado oro y plata. Felicidades a mi amiga (Peres Jepchirchir) por haber ganado el oro”.

El de Tokio fue el maratón más lento de los diez femeninos que se realizaron en unos Juegos Olímpicos desde su inserción en Los Ángeles 1984.

Ninguna de las medallistas de Río 2016, la keniana Jemima Jelagat, la bahrainí Eunice Kirwa y la etíope Mare Dibaba, estuvieron en la línea de salida. Partían como favoritas las tres kenianas: Kosgei, plusmarquista mundial con 2h14m04s; Jepchirchir, la reina del medio maratón, y Ruth Chepngetich, actual campeona del mundo de maratón.

La gran decepción la tuvieron las etíopes. Roza Derehe salvó el honor etíope con el cuarto puesto (2h28m38) , y la peruana Gladys Tejeda, en el puesto 27 con 2h34m21 , obtuvo el mejor resultado entre las corredoras latinoamericanas. Entre las fondistas que terminaron en el ‘Top 50’, su compatriota Jovana De la Cruz (2h36m38s) fue 40ª y la ecuatoriana Rosa Chacha (2h36m44s) fue 41ª. La colombiana Angie Orjueja, 55º (2h40m04s); la ecuatoriana Andrea Bonilla, 60º (2h43m30s). La argentina Marcela Cristina Gómez fue 61º (2h44m09s). Las mexicanas Úrsula Sánchez, 64º (2h45m45s) y Daniela Torres, 65º (2h47m15s).

De las 88 maratonistas que iniciaron la prueba, llegaron 73 y 15 abandonaron a lo largo del cruel y duro circuito en el Parque Sapporo Odori.