La polémica (o algo así) se desató cuando se dieron a conocer las supuestas camas anti sexo en las que dormirán los atletas en la Villa Olímpica. Algunos, hasta hablaron de fake news. Otros, contaron cómo se construyeron y los motivos de haber utilizado elementos reciclables.

Primero, el atleta norirlandés Rhys Mcclenaghan hizo una prueba con las camas para comprobar si era verdad lo que se especulaba sobre si son o no “anti-sexo”. En un video donde el gimnasta saltó sobre la cama, desmintió el supuesto “mito”. Estas serán recicladas luego de la competencia olímpica. Takashi Kitajima, director general del alojamiento, dijo que el material es resistente como la madera y después de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán utilizadas para fabricar productos de papelería.

Ahora, quien se sumó a esta prueba fue la atleta Déborah Rodríguez, la abanderada de Uruguay que sufrió bullying. En un divertido video, la especialista en 800 metros que irá por sus terceros Juegos Olímpicos (en Londres 2012 culminó en la 28° ubicación entre 43 y Río 2016 fue 41° entre 65), mostró, en su cuenta de Instagram, los dotes y cualidades de las camas que albergarán a los deportistas durante los Juegos.