Pese a que Barcelona no está pasando un gran momento y le cuesta ganar, Lionel Messi no deja de hacer de las suyas. El astro argentino sigue siendo costumbre lo imposible.

Casi sin proponérselo, nos deja todos los fines de semana una jugada que es para ponerse de pie. Al 10 le sobra calidad y de eso ya no quedan dudas.

Esta vez, las víctimas fueron los jugadores de Levante. Leo arrancó desde mitad de cancha y ninguno pudo pararlo.

Messi la agarró, le salieron y los amagócomo conitos. Uno de los defensores salió a trabarlo con todo y se terminó llevando un tremendo caño.

Después y como si nada, el ídolo del Barca la abrió para Antoine Griezmann. La jugada no terminó prosperando, pero nos sirvió para ver destellos del 10.

Pensar que dentro de no muchos años, dejaremos de poder apreciarlo. Aprovechémoslo ahora, antes que sea tarde.