Jugó, cumplió y voló. Tras aportar un gol al triunfo de Barcelona 4-1 sobre Deportivo Alavés, Lionel Messi ya está en suelo rosarino para pasar las fiestas en compañía de su familia.

El crack argentino arribó esta mañana a su ciudad natal, a la que voló en su avión privado, para reencontrarse con Antonela Roccuzzo y sus hijos, que ya habían partido unos días antes de Barcelona.

En el viaje estuvo acompañado por su amigo Luis Suárez, quien luego de despedir a La Pulga siguió viaje rumbo a Montevideo.

Tras aterrizar, Messi hizo el tramo final rumbo a su casa en Rosario en su camioneta Range Rover. Y se lo vio vestido con pantalón negro y buzo rojo colgado en la cintura, como pequeño homenaje, sin querer o queriendo, a Newell’s.

Si bien el plantel de Barcelona debe reincorporarse a los entrenamientos el domingo 29 de diciembre, pasada la Navidad y en vísperas del nuevo año, tanto Messi como Suárez y Vidal recibieron el permiso para quedarse junto a sus familias en Sudamérica hasta el 2 de enero.

El próximo partido del equipo culé será nada menos que el Derbi ante Espanyol, que tendrá lugar el sábado 4 de enero en Cornellá, casa del equipo Perico.