En el estadio Gewiss, de Bérgamo, al Atalante le tomó apenas diez minutos ponerse en ventaja sobre el Milan y mucho tuvo que ver Papu Gómez.

Mucho no, todo. Porque el argentino tomó la pelota bien recostado sobre la izquierda, en tres cuartos de campo, y comenzó una carrera que acabaría con festejo.

Con un freno en el momento justo, dejó en el camino a dos de sus marcadores y recortó hacia adentro del área. A la salida de su tercer marcador, remató con violencia y dejó sin opciones al bueno de Donnarumma.

Papu Gómez, capitán del Atalanta, provocó un verdadero estallido por parte de los aficionados en el estadio y no se quedó sin recibir el abrazo siquiera de uno de sus compañeros.

Fue el cuarto gol para el argentino en la presente edición de la Serie A, ya que previamente había marcado ante Lazio, Lecce y Sassuolo.

Además, cuenta con un gol más en Champions League, ante Dinamo Zagreb, clave para la clasificación a octavos de final que terminaron celebrando.