Persevera y triunfarás, dice el refrán. Convencido y decidido. Así semuestra Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, que insiste, mantiene su postura y cree que, finalmente, conseguirá el aval de la mayoría de los 211 países miembros de la entidad deportiva, junto con el Comité Olímpico Internacional (COI), más poderosa del mundo, para concretar un Mundial cada dos años.
A menos de un año del Mundial de Qatar 2022, en la cúpula de la FIFA afirman que tanto la UEFA y la Conmebol, quienes se reparten todos los títulos mundiales desde 1930, finalmente, aceptarán su idea de organizar un mundial cada dos años, con la participación de 48 seleccionados, un cupo ampliado que ya tendrá lugar en la Copa de 2026 en los Estados Unidos, Canadá y México.
Durante una cumbre virtual celebrada en Qatar, en la que participación 207 federaciones nacionales, el presidente de la FIFA afirmó que el torneo bianual es la alternativa real para que el fútbol no entre en un tobogán descendente. “Si no queremos perder a los jóvenes del fútbol hay que ofrecerles posibilidades para emocionarlos. No hay nada como un Mundial cada dos años para esto. Se ha hecho una encuesta y la generación más joven quiere un Mundial con más frecuencia después de más de 100.000 votos”, afirmó el mandamás de la FIFA. Y añadió: “El objetivo es analizar la situación de todo el mundo. Mi trabajo consiste en trabajar con todas las partes y reconciliar posturas y ver qué es lo bueno para el mundo del fútbol y cómo podemos avanzar para que haya menos brechas. Cómo invertir en el fútbol juvenil para dar oportunidades a todos los países. Seguimos trabajando en ello”.
Para llevar adelante su proyecto, Infantino empezó un raid de visitas a distintos países para socavar la idea (por ahora) negativa, sobre todo de la UEFA y la Conmebol, que hace dos meses se plantaron y dieron una postura negativa.
De acuerdo al informe presentado en la Cumbre, el mundial bianual supondría un aumento de 4.400 millones de dólares para la FIFA. La cifra surge de un estudio de 700 páginas realizado por las consultoras Nielsen y Open Ecomomics sobre la viabilidad del mundial cada dos años. Infantino está convencido, dijo, pero no apurado en cristalziar su idea. No prevé que haya una resolución durante el congreso anual de la FIFA de marzo próximo, cuando se sorteará el fixture del Mundial de Qatar. Antes que imponer, sostuvo Infantino, prefiere dialogar y escuchar para llegar a un acuerdo consensuado.
Astuto, Infantino se guarda un as bajo la manga. Lo más probable es que lo juegue decididamente en marzo, con el sorteo de Qatar 2022. Se trata, nada menos, de los ingresos adicionales a los actuales que podría generar un Mundial cada dos años: los 4400 millones de dólares a repartir entre las 211 asociaciones miembro. “Esta ganancia extra permitiría que la financiación solidaria pase del nivel actual de 6 millones de dólares por ciclo, a un promedio de hasta 25 millones por asociación miembro de la FIFA en el primer ciclo de cuatro años”, afirmó. “Es un proyecto muy importante que ayudará a cerrar la brecha entre los que tienen y los que no. Todo el mundo se beneficiaría, los grandes, los pequeños, los ricos y los pobres. Todos tendrían posibilidades adicionales de jugar y tendrían ingresos adicionales protegiendo a las ligas y pensando en los aficionados. Esto es lo que se ha presentado hoy”, amplió.
La idea de la FIFA sería distribuir estas ganancias en el nuevo Fondo de Solidaridad que se dedicará a desarrollar proyectos relacionados con el fútbol. Por eso, el organismo prevé entregar a sus asociaciones miembro 16 millones de dólares cada cuatro años, además de un aumento de USD 3 millones en el programa FIFA Forward que ya asiste a estos entes. “Nuestra intención es ayudar a ‘cerrar la brecha’ entre las federaciones miembro de la FIFA y dar a muchas de ellas una oportunidad más realista de jugar en el escenario mundial”, detalló Infantino.
Sin embargo, y a contrapelo, la UEFA maneja números muy diferentes a los de la FIFA. De acuerdo con el trabajo que le encargó a la consultora Oliver & Ohlbaum, las pérdidas para las asociaciones europeas alcanzarían a 3700 millones de dólares en el ciclo de cuatro años.
Si bien Infantino, de manera pública, sostiene que no tiene apuro, en verdad quiere apurar y acelerar este asunto que para él es clave y nodal para su gestión. Sabe que cuenta con el respaldo de parte de África, Asia, América Central y del Norte. “Más de 160 países están a favor (del Mundial cada dos años), porque supone un mejor reparto del dinero del fútbol y, lo que es más importante, porque da una respuesta a la demanda de emoción que reclaman los jóvenes”, dijo.
Infantino precisó que fue la Conmebol la que hace unos años propuso el mundial bienal, pero que luego cambió de idea. “UEFA y Conmebol se oponen al plan porque no conocían los datos que presentamos hoy, pero estoy seguro de que recapacitarán y apoyarán el proyecto sin fisuras”, contó. Y agregó: “Habrá más partidos de clasificación con respecto a hoy, más interés. La Copa América se puede jugar cada dos años o cada cuatro, como ellos prefieran”.
Y cerró su exposición con, para él, una certeza: “El prestigio del Mundial es absoluto. No depende de su frecuencia. Si no, en lugar de jugarse cada cuatro años, se haría cada 40 y sería diez veces más prestigioso. Un Mundial es prestigioso por la calidad que tiene y por el impacto global sobre 4000 millones de personas. Los estudios nos demuestran que no habría ningún problema”.