El fútbol, dinámica de lo impensado tal como había definido el inefable periodista argentino Dante Panzeri, dejó hace tiempo de ser sólo un deporte para y de habilidosos. Hoy en día, como máxima mercancía del marketing industrial, abrió la esfera a otras áreas vitales. Y allí, la capacidad física se tornó en un punto imprescindible para competir en el nivel más alto.
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En esa línea, el Mundial de Qatar 2022, se convirtió en tierra fértil para el análisis minucioso y detallado. Para eso, la FIFA implementó una serie de tecnologías que se pueden desplegar antes, durante y después de los partidos. El VAR ya no asombra a nadie.
Polémica al margen, llegó para quedarse. A este nuevo antídoto contra la “trampa” pueden sumarse otros cambios. Desde la pelota Al Rihla que, para determinar el fuera de juego semiautomático, tiene un sensor llamado IMU (Unidad de Medición Inercial) que permite detectar con precisión el momento exacto en el que se le pega al balón.
También el mapa de calor, un ecosistema que muestra los datos en tiempo real, para conocer parámetros de rendimiento físico como la distancia recorrida en diferentes umbrales de velocidad, las acciones a más de 25 kilómetros por hora o para ver su posición durante el encuentro.
En este raid tecnológico, en Qatar 2022, donde todo se mide y se calcula milimétricamente, la velocidad es un dato que se expande luego de cada partido. En el partido Ghana-Uruguay de la última fecha del Grupo H se asistió, hasta ahora, a la carrera más rápida de los partidos disputados. El ghanés Kamadeen Sulemana llegó a los 35,7 kilómetros por hora, para ser el futbolista más veloz del torneo, seguido por el español Nico Williams y el canadiense Alphonso Davies, que aceleraron hasta los 35,6 kilómetros por hora.
En comparación, Usain Bolt, el humano más rápido de todos los tiempos, para conseguir completar los 100 metros en 9,58 segundos, en promedio, alcanzó 37,6 kilómetros por hora (con viento +0,9) para establecer la plusmarca en el Mundial de Berlín 2009. En rigor, en su fase de aceleración llegó a 44,72 kilómetros por hora a los 68 metros de carrera.
Sulemana es un joven volante de 20 años y juega en el Rennes de Francia. El ghanés logró el sprint más imponente el viernes pasado en el estadio de Al Janoub, en el segundo tiempo de la derrota 0-2 ante los charrúas.
El segundo escalafón la comparten juntos el español Nico Williams, delantero del Athletic Club, y el canadiense Alphonso Davies, defensor del Bayern Múnich. Ambos, con 35,6 kilómetros por hora. El español logró ese índice en el empate 1 a 1 ante Alemania. Mientras que el canadiense lo consiguió en el partido entre Canadá 1 y Croacia 4.
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Los jugadores más rápidos de Qatar 2022:
- Kamadeen Sulemana (Ghana): 35,7 km/h
- Nico Williams (España): 35,6 km/h
- Alphonso Davies (Canadá): 35,6 km/h
- David Raum (Alemania): 35,5 km/h
- Daniel James (Gales): 35,4 km/h
- Antonee Robinson (Estados Unidos): 35,4 km/h
- Kylian Mbappe (Francia): 35,3 km/h
- Achraf Hakimi (Marruecos): 35,3 km/h
- Kyllian Mbappé (Francia): 35,2 km/h
- Ismaila Sarr (Senegal): 35,2 km/h
- Tajon Buchanan (Canadá): 35,2 km/h
- Nemanja Radojic (Serbia): 35,2 km/h
- Alphonso Davies (Canadá): 35,1 km/h
- Ousmane Dembele (Francia): 35,0 km/h
- Daniel James (Gales): 35,0 km/h
- Bryan Mbeumo (Camerún). 35,0 km/h
Y la World Athletics, en la previa de conocerse estos todos los datos, realizó su propia infografía animada. En la misma, el canadiense Davies aparece como el rápido, seguido por el el marroquí Hakimi y el galo Mbappé.
En uno y otro caso, con más o menos partidos, la legión afrodescendiente se impone como la más veloz del mundo. Casi una obviedad.