Barcelona: Antoine Griezmann se enfrenta a su última posibilidad de triunfar tras la salida de Lionel Messi

Todo el mundo Barcelona sigue en shock, pero la temporada está a la vuelta de la esquina y hay que despertar más pronto que tarde. La salida de Messi supone un trauma social, sentimental, político, económico y por supuesto deportivo, donde habrá que ver quien tiene la personalidad para asumir cómo líder futbolístico de un equipo acostumbrado en más de una década a confiar en el 10. Antoine Griezmann es el apuntado por muchos y el francés, se enfrentará a su última chance de romperla en Cataluña.

El atacante era recibido hace 48 horas a gritos por los hinchas quienes le recriminaban no haberse bajado su contrato de 31 millones de euros por temporada de cara a Messi pudiese seguir ligado al club. Sea cual sea su destino a finales de mayo de 2022, Griezmann sabe que arrancará más observado que nunca y que los 100 kilos que pagase Barcelona hace un par de años al Atlético, deben verse justificados ahora o nunca.

El Griezmann de Francia, única solución

Dejando todo el contexto que empezará a pesar desde la próxima semana, por supuesto que el delantero francés se verá ‘favorecido’ con la marcha de Messi. Griezmann siempre tuvo que jugar en Barcelona para el 10, quien por obvios motivos era la razón y el por qué de la planeación de cada plantilla. 24 meses más tarde, llega la hora de que el 7 asuma ese rol de crack que tanto se le ha venido pidiendo desde que arribase al club.

Otro apunte interesante pasa por saber si Koeman le utilizará por banda derecha para juegue a perfil cambiado, cómo número 9 o lo mejor detrás de Memphis Depay. Recordemos que Laporta exigió al DT el regreso del esquema 4-3-3 que tanto hizo vibrar al Barcelona justamente con Messi. Pensando en esto, nos imaginamos un Griezmann que encare hacía el medio siempre y aproveche la llegada de un lateral por derecha que le quite metros y responsabilidades defensivas.

Hasta el momento, Antoine Griezmann acumula 99 partidos y 35 goles cómo Culé. El francés sabe que a sus 30 años se enfrentará la última chance que tiene de liderar y triunfar con un Barcelona donde el shock no termina de pasar y se necesita de personalidades que justamente den un paso al frente. ¿Es el indicado?