Desde el momento en que Juan Román Riquelme se hizo cargo de Consejo de Fútbol, siendo el Presidente del Departamento de Fútbol Profesional y Amateur, comenzó a darle forma a su tan asiado proyecto: que los juveniles tuvieran mayor protagonismo para que, en el futuro, puedan ser los principales protagonistas del plantel de Boca.
Habitualmente, en el conjunto dirigido por Sebastián Battaglia se ven las presencias de varios chicos, como son los casos de Exequiel Zeballos, Luis Vázquez, Cristian Medina y Aaron Molinas, entre otros. Incluso, ante las lesiones de Nicolás Figal y de Carlos Izquierdoz, el que surgió fue Gabriel Aranda.
En horas del mediodía, Marcelo Delgado se reunió con el juvenil Nahuel Génez, quien firmó su primer vínculo como futbolista profesional. El mismo ligará al lateral izquierdo hasta fines de 2026. Y esto será un nuevo motivo para seguir rindiendo con creces en el equipo que dirigen Hugo Ibarra y Mauricio Serna, dado a que también integra la lista de buena fe en la Copa Libertadores.
Génez ya debutó en la Primera División, dado a que tuvo su primera participación en el mítico encuentro frente a Banfield que se disputó con la Reserva por la sanción que recibió -en aquel entonces- el equipo comandado por Miguel Ángel Russo tras romper la burbuja sanitaria en Belo Horizonte, donde el juvenil de 18 años disputó 10 minutos. Esa noche, se encargó de romper dos récords: ser el primer futbolista nacido en 2003 que jugó su primer partido en Boca, como así también lució el dorsal más elevado en la historia del Xeneize: el 58.