Bocaaterrizó en Santa Fe para disputar el último partido antes de meterse de lleno en el Superclásico. Sin Sebastián Villa por una rotura en los meniscos, ni los suspendios Pol Fernández, Alan Varela y Luis Advíncula, Hugo Ibarra paró un XI un tanto particular para enfrentarse a Colón.

La principal sorpresa, además de la inclusión de Luca Langoni -de noche soñada contra Atlético Tucumán con un doblete-, fue la reaparición de Norberto Briasco entre los once titulares. El armenio no iba desde el arranque desde fines de noviembre del año pasado, más de nueve meses desde aquel entonces, y el CT le dio la chance para reemplazar a un futbolista clave como Villa.

Contra todo pronóstico, Briasco no solo cumplió desde los primeros minutos con participación ofensiva, sino que marcó el gol que abrió el marcador en el Cementerio de los Elefantes. Después de una gran jugada individual de Frank Fabra, el ex Huracán la agarró de primera y la mandó a guardar. El regreso que tanto anheló.

En medio de la emoción por volver al gol (segundo con la camiseta de Boca) y el saludo de todos sus compañeros, Briasco terminó de festejar y encaró directamente hacia el banco de los suplentes. ¿El motivo? Un saludo especial con Maximiliano Levo, parte del cuerpo de kinesiólogos del Xeneize y pieza fundamental para la recuperación de “Norby” durante los últimos meses. Un episodio más que particular.