Hay chicos que nacen con un talento para los deportes, solamente se les da bien y eso le pasó a Mariano Kestelboim, que se crió en una familia de deportistas en el Club Náutico Hacoaj. Pero con el talento solo no alcanza, hay que dedicarle horas y horas a entrenar, a perfeccionar la técnica, a tener un físico acorde a las exigencias y él lo hizo todo, por eso tuvo la oportunidad de tener que elegir entre el fútbol y el tenis, porque claro, ser bueno para los deportes a veces tiene eso de tener que tomar decisiones. Mariano eligió la raqueta por sobre Boca, club en el que jugó en Inferiores, pero no se arrepiente, pese a que la vida del tenista es sacrificada.

En diálogo a corazón abierto con BOLAVIP, Mariano Kestelboim repasó cómo fueron sus años jugando en simultáneo al fútbol y al tenis, lo duro que fue tener que viajar sin su familia, el tan deseado primer punto ATP, los sacrificios para poder llegar, aunque también fueron un salvavidas para él ya que de adolescente le costaba socializar y el tenis era una vía de escape para algunas situaciones que no quería afrontar. Por qué se cansó del tenis y lo dejó -aunque no del todo- por dos años, cómo se dio su regreso a la actividad y cuál es el sueño de cara a un futuro cercano que es prometedor para este joven de 29 que actualmente ocupa el puesto 415 del ranking de la ATP.

-¿Cuándo aparece el tenis en tu vida?

-Vengo de una familia de deportistas, mis padres fueron voleibolistas los dos. Nací en un club que es Hacoaj que iba toda la semana y en los fines de semana jugaba tanto al tenis como al fútbol. Desde los 6 años que jugaba a los dos, en la escuelita de tenis estaba el Toto Cerúndolo y seguí con los dos porque me divertía y lo hacía dentro de todo bien. Al fútbol jugaba bien, a los 10 años empecé a ir a Parque, que era fútbol 5 y también competía en tenis, en los G3, G2, me iba bien y a los 12 fui al Sudamericano porque estaba entre los tres primeros.

-¿Es verdad que jugaste en Boca?

-Sí, el técnico que tenía en Parque me llevó a Boca. Empecé a entrenar en Quintita, donde entrena la Reserva de Boca. Yo tenía ciertos temas que me costaba sociabilizar, me costaba estar solo y en un momento ahí llegó a su fin, a eso de los 13 dejé de jugar en Boca porque teníamos que hacer un viaje a jugar un Mundial y yo la verdad es que no estaba preparado, no me animaba a ir y ahí termina mi ciclo en el fútbol formativo, porque seguí jugando en Hacoaj los fines de semana con mis amigos. Al mismo tiempo seguía jugando al tenis también, de hecho, a los 16 años rendí libre en el colegio porque me empecé a dedicar de lleno.

-¿Jugaste con alguien que después llegó a Primera en aquel Boca?

-Muchos nombres no me acordaba, pero sí me acuerdo de Leo Suárez que una vez lo vi mientras jugaba en el América de México y al verlo me acordé que compartimos tiempo en Boca. Creo que ahora está en Estudiantes. Debe haber algunos más, pero la verdad es que mucho no me acuerdo, ja.

-¿Qué te perdiste por la situación que tenías para sociabilizar?

-Algunos torneos, la verdad es que me costaba mucho viajar solo, no me gustaba. Distinto era cuando me acompañaba mi papá, que siempre estuvo muy presente. Más adelante empecé a perder ese miedo a viajar y empecé a agarrarle el gustito a la competencia y a los 17 saqué mi primer punto ATP.

Mariano Kestelboim se formó en el Club Náuti Hacoaj. (Foto: @marianokestelboim).

-¿Tuviste un momento donde sentiste que podía llegar a jugar de manera profesional?

-No sé si lo pensaba tanto. Nunca pensé en no ser lo suficientemente bueno. Yo iba, pero no tenía del todo claro hacia dónde iba. Miraba para los costados y veía a los demás y capaz pensaba que, si él había dejado el colegio para jugar al tenis, yo tenía que hacer lo mismo, pero no sé si en mi cabeza era decirme que era bueno. Tal vez esa falta de determinación hizo que, un tiempo después ya con 24 años, me cayera la ficha de no saber hacia dónde había ido. Por más que yo entrenara al 100%, hacía todo al 100%, pero mi cabeza no tenía ese modo caballo. Yo lo hacía porque me tocaba, pero no tenía claro cuál era mi objetivo.

-¿Por qué lo hacías?

-No sé, sentía que tenía que hacerlo. Un tiempo después, yo seguía con un ranking que era rondando el 500, que sos bueno, pero no lo suficiente, me cayó la ficha que estaba haciendo demasiadas cosas que me pesaban mucho y no le encontraba la pasión hacia donde iba. Ahí fue que decidí dejar de competir. Dos años más tarde fue la primera vez que sentía que quería estar ahí. Me acuerdo que fui a acompañar a un amigo a Roland Garros, yo nunca había ido a un torneo así de grande, salí y me pareció una locura y ahí le mandé un mensaje a mi viejo que decía que me hubiese gustado ver esto de chico para palpar de cerca hacia donde iba.

-Dijiste algo que me llamó la atención. Para vos ser 500 del mundo es ser bueno, pero no lo suficiente, ¿no te parece meritorio ser el 500 mejor de un deporte tan masivo y popular?

-Es una locura, pero es así. Si a mi me preguntabas qué hacía, yo no decía que jugaba al tenis, porque si sos 500 del mundo estás perdiendo plata y eso te hace sentir que no sos lo suficientemente bueno, pero seguramente lo sos.

Mariano Kestelboim actualmente es 415 del mundo, pero supo llegar a la posición 159. (Foto: @omar__erre).

-¿Qué sacrificios hiciste en tu adolescencia por el tenis?

-Te voy a ser honesto, a mí me costaba muchísimo sociabilizar y para mí el deporte era una liana, como una salida a poder no ir a esos eventos que seguramente todo chico de 16, 17 o 18 años le encantaría ir, como por ejemplo ir a bailar a un boliche. Pero también un poco me costaba cuando tenía que viajar y dejar mi casa y a mis amigos.

-¿Perseguiste mucho aquel primer punto ATP?

-No, llegó bastante rápido la verdad. Fue en el segundo o tercer Future de una gira. Fue en San Juan, pasé una qualy muy buena, muy dura y en primera ronda me tocó un wild card -invitado al torneo por la organización- fue con un local y gané bastante fácil, fue 6/1 y 6/0, pero en octavos me tocó con Fede Coria y perdí, que también me acuerdo el resultado fue 7/6 y 6/4.

-¿Qué dificultades afrontan los jugadores que están fuera del top 200?

-La diferencia grande está que entre el 150 y el 230 se aseguran jugar las qualys de los Grand Slam y eso les da una entrada de dinero que les da la oportunidad de diagramar un poco mejor su calendario.  El que está debajo de ese ranking no tiene esa posibilidad y eso que probablemente no haya demasiada diferencia en lo tenístico entre un 250 y un 150 del mundo, seguramente en la constancia puede ser, pero en un partido lo puede ganar cualquiera. Las grandes dificultades son económicas la verdad, los gastos.

-¿En qué gasta un tenista de ese ranking?

-El viaje, el entrenador, el preparador físico, el psicólogo, te quedás afuera de un torneo y tenés que pagar el hotel, el salario del equipo y si a un Challenger vas con tu entrenador, probablemente solamente ganes plata si hacés de semifinales para arriba. Empezás una semana capaz con 2000 dólares abajo, pero es una inversión a estar en un futuro en una posición en la que el gasto sea el mismo, pero el ingreso mucho más grande. Una vez lo dijo Tsonga, el jugador lo paga todo, entonces si vas con 4 o 5 personas, el tenista paga los viajes, los hospedajes, las comidas y todo de todos.

-¿Es más difícil para un sudamericano?

-Claro, los viajes son mucho más caros desde acá, además nosotros no tenemos la posibilidad de perder en una primera ronda un lunes a la tarde y estar a la noche durmiendo en nuestras casas, tenemos que pagar toda la semana de hotel. A veces se ve el dinero del prize money de una primera ronda y se piensa que es mucha plata, pero los gastos también son muy elevados y eso hay que tenerlo en cuenta.

Gonzalo Villanueva y Mariano Kestelboim, campeones en Santa Cruz, Bolivia. (Foto: @marianokestelboim).

-¿Qué crees que se puede mejorar desde el lado de la ATP o la ITF?

-Es duro porque somos títeres, la ATP hace lo que se le da la gana. Hay un negocio muy grande que no lo llego a tocar ni a ver cómo funciona. Partiendo de los gastos, hasta el 500 del mundo debería poder vivir de jugar al tenis y no estar rebuscándosela cada semana para ver si tienen que gastas 100 o 200 euros menos. El cómo no lo sé, los gastos de entrenador, quizá la ATP pueda tener un aporte de unos cinco mil o diez mil dólares por año para poder pagarle a tu equipo y ahí uno pueda jugar un poco más tranquilo. Es importante tener un apoyo.

-¿Crees que se destrata a Sudamérica desde la ATP y la ITF?

-Hay una realidad y es que los grandes torneos suelen ser en Europa. También es verdad que ahora mejoró un poco la situación y hay muchos Challengers en Sudamérica y por eso entre el 200 y el 400 del mundo hay decenas de sudamericanos. El tema es poder dar el otro salto. Para el europeo es más fácil desde tener un descanso mental, ellos pierden y se van a sus casas y entrenan en sus clubes, nosotros no tenemos esa posibilidad y la cabeza juega un papel importante.

-Y encima si no jugás te pasan en el ranking, ¿no?

-Sí, el calendario es muy duro. No podés tener semanas de descanso porque se compite todas las semanas. Capaz vos decís, estas semanas me las tomo para descansar y recargar energías y no podés hacerlo porque te pasan. En un momento te preguntás hasta qué punto es saludable.

-¿Cómo aprendiste a armar tus giras?

-Hoy me cuesta más ir a Europa ir 6 o 7 semanas a Europa y capaz pienso en ir 4 o 5. Si te va bien en dos torneos donde jugaste muchos partidos, capaz podés descansar una y volver a competir. Lo ideal es salirte de la burbuja de torneos esa semana de descanso. La gira es un poco eso: dónde te gusta jugar, dónde te es cómodo llegar, cuánto te cuesta ir a ese lugar. Yo hoy en día elijo estar más cerca de mi casa y estar cerca de mi casa y de mi equipo de trabajo.

-¿Cómo es el tema sponsors en jugadores de un ranking similar al tuyo?

-Yo tengo Head, es mi sponsor desde muy chico y con ellos tengo raquetas, cuerdas y bolsos. En cuanto a ropa tengo una marca argentina, pero no le termino de dar tanta importancia. Sí más a la comodidad, yo me he mostrado un poco más en redes y no sobran los sponsors. Muchos argentinos no tienen marca de ropa, sí hablé con alguna marca a principio de año, pero no tenía el ranking actual. Hoy en día no lo hablé y no lo tengo en mi cabeza, porque yo no me siento en una posición cómoda, entonces a veces voy y compro lo que necesito y si alguien se quiere acercar a mí bienvenido sea. En cuanto a lo económico no recibo ayuda, entonces lo que gano, lo reinvierto.

Head es el sponsor principal de Mariano. (Foto: @marianokestelboim).

-¿Cómo fue que tomaste la decisión de dejar el tenis?

-Decidí dejar porque me empezaron a costar más todas las decisiones, lo que antes llamábamos sacrificios. Sentía que estaba haciendo muchas cosas y no me daban ese fuego interno que necesitaba. En un momento estaba viajando a un torneo y estaba escuchando un podcast que se llama Equilibrio entre la paz y el deseo. En ese podcast decían algo así como que generalmente, si vos tenés un deseo muy grande no vas a tener tanta paz, pero estás equilibrado porque el deseo es tan grande que vale la pena. Yo sentía en ese momento que no tenía paz, pero no estaba disfrutando el esfuerzo que hacía por seguir lo que quería, me sentía desequilibrado. No sabía para dónde iba.

-¿Tenía algo que ver con tu posición en el ranking o nada que ver?

-A ver… estaba en un ranking 500 y no me sentía tan cerca de los Grand Slams, entonces sentía que no me llenaba y empecé a tener dudas. Una vez estaba jugando interclubes, era como 20 de diciembre ponele y volvía caminando con el raquetero y tenía como diez cuadras caminando y me dije que no quería más. Me separé un poco del tenis, por dos o tres meses no jugué más, pero seguía teniendo interclubes en Europa, que es algo que a los jugadores que desde el 50 del mundo hasta el 2000 juegan todos interclubes. Entrené un poco antes de ir, estuve tres meses en Europa jugando interclubes.

Mariano Kestelboim jugando interclubes. (Foto: @marianokestelboim).

-¿Qué hiciste mientras no competías de manera oficial?

-A mí nunca dejó de gustarme jugar al tenis, siempre disfruté de entrar a una cancha. Pero en ese momento llegué a acompañar a algunos jugadores por el circuito en rol de entrenador y me gustaba. En un momento estuve por empezar como entrenador, pero sentí que no era el momento y creí que tenía cosas por hacer dentro de la cancha. Empecé a buscar cosas para estudiar, pero no me convencía nada.

-¿Cómo fue el regreso?

-Una vez jugando interclubes me sentí cómodo jugando dobles y empecé a plantearme la posibilidad de volver después de dos años. Empecé a alimentarme de una ilusión que no tenía hace muchos años, entonces me acerqué a un entrenador que es el Pulpo Etlis a comienzos de 2024. Le planteo dónde estaba y hacia dónde quería llegar y él creyó que era posible, inclusive empezó todo con la práctica de dobles, pero me dijo que estaba para jugar single y que me podía preparar para eso y así fue que volví. Me acuerdo que el primer Future que fui a jugar lo gané.

-¿Cómo te sentís hoy en día?

-Creo que estoy jugando mejor que cuando tenía 20 o 22 años. Tengo las cosas más claras y lo disfruto más. Entendí que más allá del resultado es importante no centrarse en eso, sino en cómo juego. Cuando me enfoco en cómo puedo jugar mejor, siento que va más.

Kestlboim y Villanueva, (Foto: @marianokestelboim).

-¿Cuál fue el mejor tenista argentino que vos viste jugar?

-David Nalbandian. Era una locura lo que hacía.

-¿Cuáles son tus expectativas a mediano plazo?

-Mi objetivo es jugar un Grand Slam, quisiera jugar el Abierto de Australia en 2026. En single o dobles estoy bastante parejo, así que en cualquiera de las dos modalidades me gustaría, pero en dobles gané dos Challengers seguidos hace unos meses. Hace poco volví a Argentina después de perder cuatro torneos en primera ronda y el tenis tiene eso, no te permite calcular mucho qué va a venir. Entonces hoy en día pienso que si tengo que estar en un Grand Slam es porque empecé a jugar mejor, no quiero basarme solo en resultados, sino en tratar de ser mejor para estar ahí, pero para poder sentirme capaz de ganarles a los que estén ahí, así que sí, me objetivo es poder jugar qualy de Grand Slam.