El fútbol europeo está ingresando en su etapa de definiciones, algunas ligas ya tienen a sus campeones, como sucede con el Inter en Italia o el Bayer Leverkusen en la Bundesliga. Pero esto implica también que, en la otra punta de la tabla, algunos equipos indefectiblemente pierdan la categoría.
Este sábado, y con su derrota por 3 a 1 ante el Getafe (doblete de Mason Greenwood, ex Manchester United), se consumó el primer descenso en LALIGA y se trata del Almería, un equipo con dos jugadores argentinos en su plantel: Luka Romero y Lucas Robertone.
El Almería, de una pobre campaña, apenas pudo sumar 15 puntos en 33 partidos en LALIGA, producto de un único triunfo (Fecha 29 contra Las Palmas), doce empates y 20 derrotas. Su descenso se consumó cuando todavía tiene cinco partidos por jugar en la temporada.
El rendimiento de los argentinos
A pesar de que cuatro entrenadores diferentes pasaron por el Almería esta temporada, hubo un jugador que se mantuvo firme en el primer equipo: Lucas Robertone.
El argentino, ex Vélez, inició su cuarta temporada con el club (segunda en Primera División), y jugó 28 partidos por LALIGA, e incluso llegó a portar la cinta de capitán. Eso sí, apenas consiguió repartir cinco asistencias y no convirtió goles en el presente curso.
Quien no tuvo la misma continuidad fue Luka Romero. El juvenil argentino, que aún pertenece a Milan, llegó a préstamo en enero y jugó tan sólo ocho partidos con apenas dos titularidades. Sus únicos dos goles llegaron en el empate por 2 a 2 contra el Atlético de Madrid, su mejor actuación con la camiseta del Almería.
Cuatro entrenadores en la misma temporada
La temporada del Almería ha sido un caos total, comenzó con Vicente Moreno, que duró tan sólo tres meses (siete partidos) en el cargo. Alberto Lasarte tomó el cargo durante 9 días como interino, en los cuales dirigió dos partidos más.
Gaizka Garitano se ocupó del equipo entre octubre del año pasado y marzo, sin ganar un partido por liga. Y desde su destitución, Pepe Mel tomó el lugar en la silla caliente, con prácticamente nulas chances de sostener la categoría.
La falta de un proyecto es evidente, y los resultados condicen con ello. El descenso del Almería no es fortuito, sino producto de un club que no tuvo nunca un rumbo claro y que buscará encontrarlo la próxima temporada, en la Segunda División.