En el cierre de la jornada de sábado, donde se comenzó a disputar la vigésima tercera jornada de la Liga Profesional que ya tiene a River como campeón, Estudiantes y Vélez se midieron en La Plata, donde disputaron un partidazo.

Durante la primera media hora de juego, en el estadio UNO, hubo pierna fuerte, llegadas de ambos equipos y el Pincha se paró mejor en la cancha. Pero también hubo poca mano dura por parte del árbitro Nicolás Lamolina, quien permitió más de una infracción para el local y no sancionó con tarjeta.

Y a los 33 minutos, Tomás Guidara cometió un penal que fue muy difícil de sancionar para el árbitro, ya que estaba tapado y lejos de la jugada. El lateral derecho de Vélez, como si se tratara de un voleibolista, evitó un centro hacia Leandro Díaz con la mano, y desde los doce pasos, el atacante de Estudiantes sentenció el primer, y único, grito de la noche.

En el complemento, el temperamento fue similar al de los primeros 45. Ambos conjuntos disputaron cada pelota como si se tratara de la última, pero Lamolina no estuvo tan permisivo y amonestó a ocho futbolistas en total. Y a pesar de que Vélez intentó, la tenencia del balón que propició fue intrascendente, por lo que le costó generar situaciones de gol para igualar el juego.

La polémica de la noche estuvo en el área de Estudiantes, cuando Nicolás Garayalde encaró y desde la defensa del conjunto local le impidieron pasar, tumbándolo y cometiéndole infracción, donde Lamolina estuvo a punto de sancionar la pena máxima, pero reculó y todo continuó bajo el mismo resultado.

A partir de esta victoria, los dirigidos por Ricardo Zielinskise metieron en zona de clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores y lo celebrará la próxima semana cuando visite a Gimnasia, en el clásico platense. Por su parte, Vélez ya se metió en el certamen continental y buscará seguir escalando en la tabla cuando reciba a Patronato.