River se quedó con el Superclásico por la fecha 15 del Torneo LPF 2023 ante un Boca que poco méritos hizo para llevarse puntos del Monumental. El equipo de Martín Demichelis impuso sus condiciones como local, respetando el fútbol que pregona el equipo desde el inicio del ciclo. Almirón, en tanto, paró a sus futbolistas para intentar contrarrestar al rival y el plan funcionó a medias.
“Jugamos con línea de 3 defensores y 5 en el medio porque ellos tienen buenos delanteros y por ahí jugar mano a mano va a costar un poco, ojalá salga buen partido y podamos ganar“, declaró Nicolás Figal en la previa del encuentro que terminó siendo victoria para el Millonario. El defensor fue uno de los puntos más altos del Xeneize en Núñez, pero sus compañeros no pudieron generar el mismo peso en ofensiva para intentar dañar al adversario. ¿En qué aspectos dominó River? Lo repasamos.
Tiros más peligrosos
Basta ver la cantidad de remates de cada uno de los equipos para entender, en líneas generales, quién estuvo más cerca de la red contraria. River triplicó a Boca en disparos totales (16 a 5) y lo dobló en tiros que fueron entre los tres palos (5 a 2), generando ocasiones mucho más peligrosas para intentar romper un cero que predominó durante casi todo el compromiso. De hecho, el Xeneize ni siquiera disparó dentro del área adversaria.
El índice de Goles Esperados, el cual mide la probabilidad de que un remate termine dentro del arco en base a factores como la distancia del tiro y el posicionamiento del rival, entre otros, nos ayuda a entender cuántos de los disparos que se realizaron en el Superclásico tuvieron mayor probabilidad de convertirse en un tanto real.
La métrica proporcionada por Opta – Stats Perform le asigna un valor desde 0,00 hasta 1,00 a cada remate y, lógicamente, el gol de Miguel Borja por la vía del penal fue el que más probabilidades tuvo de superar la línea de cal (0,79 xG). Sin embargo, ordenando los tiros del River-Boca por mayor índice de Goles Esperados, siete de los ocho intentos de la lista fueron en favor del Millonario. En otras palabras, el local no solo remató más que su rival, sino que sus tiros fueron mucho más peligrosos: 1,62 xG a 0,19 xG en el acumulado.
Mayor amenaza de gol
Otro de los instrumentos de Opta que ayudan a la compresión del desarrollo del Superclásico es el Match Momentum, el cual mide los cambios en el flujo del juego y determina, con un gráfico, qué equipo está más cerca de anotar en base al conjunto de acciones que se desarrollan y el impacto que podrían causar en los próximos 10 segundos de la jugada. Por ejemplo, un pase atrás tendrá menor valor que una gambeta hacia adelante en el tercio ofensivo del campo de juego.
El esquema de Opta – Stats Perform deja en evidencia el dominio de River y la peligrosidad de las jugadas que elaboró durante el trámite del partido. La única vez que Boca generó mayor amenaza de gol en el Superclásico fue en el amanecer del segundo tiempo, con una jugada de Sebastián Villa ingresando al área que fue interceptada por Milton Casco. Luego, tanto la pelota como las ocasiones fueron para La Banda.
El gráfico también muestra el decrecimiento de las oportunidades claras con el correr de los minutos, incluyendo un final de partido que se caracterizó por la polémica y las sanciones disciplinarias. Aun así, en líneas generales el Match Momentum le hace justicia al tempo de River en el Superclásico.
Más posesión (60% a 40%), más disparos totales, mayor índice de Goles Esperados y mayor protagonismo en las jugadas manifiestas de gol, cuatro ítems que pueden resumir el desarrollo del encuentro en el Monumental. El fútbol no se trata de merecimientos, claro está, pero el triunfo de River se sustenta por los datos.