El 25 de marzo de 1903 nació el Racing Club de Avellaneda, al sur de la ciudad de Buenos Aires. Los fanáticos que generó, habiendo ganado todos los torneos en la era amateur, desde 1913 a 1919, hizo que se consolide como uno de los cinco grandes del fútbol argentino.
Eso le valió el apodo de ‘La Academia’, por su manera de jugar al fútbol. Los títulos continuaron ya en la era profesional, entre los años 50’s y 60’s. Siendo el momento de mayor gloria en 1967, al obtener la Copa Libertadores y al quedarse con la Copa Intercontinental. Sin embargo, a partir de allí, comenzó una maldición que perduró por décadas.
La maldición de los 7 gatos de Racing
Cuenta la leyenda que el logro internacional de Racing enojó tanto a su clásico rival, Independiente, que una noche, un grupo de hinchas del ‘Rojo’, fueron desde el Libertadores de América hasta el Cilindro y enterraron 7 gatos muertos debajo de uno de los arcos.
Los estadios de ambos equipos se encuentran a escasos metros de distancia, y este grupo de fanáticos habrían tenido acceso porque el sereno del Cilindro era hincha del Rojo. Y a partir de allí comenzó la debacle debido a esta maldición.
La sequía de títulos de Racing y la época dorada de Independiente
Resulta curioso que, aquel diciembre de 1967, el campeón del Torneo Nacional se definió con un clásico de Avellaneda, y la paliza 4-0 le dio un nuevo título a Independiente. En el 72, 73, 74 y 75, el ‘Rojo’ salió campeón cuatro años consecutivos de la Copa Libertadores.
A eso se le sumó la Copa Interamericana en el 73, 74 y 76. La época dorada del equipo también le valió su tan ansiada Copa Intercontinental en el 73. Del otro lado de Avellaneda, a Racing le siguieron años de sequía total.
En 1980, el Toto Lorenzo se convirtió en el nuevo DT de ‘La Academia’, y conociendo la leyenda de los gatos, los mandó a desenterrar, pero aparecieron únicamente seis cuerpos. Luego, mandó a enterrar seis sapos, para atraer la buena suerte, pero no hubo caso.
En 1983, aquel fatídico 18 de diciembre, tras la derrota 4-3 ante Racing de Córdoba, la ‘Acadé’ descendió como local por única vez en su historia. Para colmo, esa temporada Independiente salió campeón. Además, con Racing en la Segunda División, en 1984 el ‘Rey de Copas’ levantó una vez más la Intercontinental.
En 1985, Racing pudo volver a Primera, pero su paso en la máxima categoría del fútbol argentino seguía sin mucha pena ni gloria, y tal fue así que en 1998 convocaron a un exorcismo y el sacerdote a cargo regó el terreno con agua bendita, pero eso no detuvo el mal momento.
El fin de la maldición y el título del 2001 para Racing
Recién en 2001, en un contexto nacional bastante complejo, Reinaldo ‘Mostaza’ Merlo se convirtió en el nuevo técnico, pero teniendo la maldición aún vigente, encargó que se cave hasta encontrar al séptimo gato que faltaba encontrar.
Se removió todo el suelo, pero increíblemente, en medio del concreto apareció el cuerpo del séptimo gato, y en diciembre de ese año, con el país al borde del colapso, Racing fue campeón del Torneo Apertura tras 35 años de sequía.