El vóley argentino hace historia en estos Juegos Olímpicos de Tokio. Llegó la segunda medalla olímpica de la historia de la mano de la Selección Argentina de Vóley Masculino, al vencer a Brasil por 3-2 este sábado. Una de las figuras de este equipo fue, sin dudas, Facundo Conte, quien repite la épica que consiguió su padre Hugo Conte en los Juegos de Seúl 1988, donde también ganó el bronce.

El Heredero como lo conoce una gran parte del ambiente del vóley argentino fue la gran figura argentina en el triunfo ante Brasil. Máximo goleador del partido con 21 puntos, claves para que el equipo albiceleste logre el bronce. Tras la victoria, tuvo la oportunidad de abrazar finalmente a su padre Hugo, luego de no poder hacerlo durante todo el torneo de los Juegos Olímpicos debido a las restricciones sanitarias.

La emoción de padre e hijo por poner nuevamente el apellido Conte en el medallero olímpico no pasó por alto. De hecho, en las redes sociales, apareció un collage donde se combinan dos fotos: una de Hugo Conte en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 donde Argentina logró la medalla de bronce y la otra es con la nueva generación, Facundo, en su estado más puro de festejo. Los une nuevamente las preseas olímpicas, las dos únicas conquistas por Argentina en vóley.

Llegó el abrazo a un costado de la cancha que ha emocionado a las redes sociales. Es ese momento en que padre e hijo logran descargar tanta emoción contenida por semejante hecho. Pero, luego, Facundo tuvo la oportunidad de hablar con su mamá y sus hermanas, quienes se encuentran en Italia. Después, dejó su mensaje ante las cámaras de TyC Sports: “Hace 15 años me puse primera vez la camiseta de la Selección argentina y lograr esto es increíble. No puedo estar más feliz“.

Y, al final, apareció nuevamente papá Hugo para también ponerle un manto de épica al logro conquistado por los chicos del vóley. “Se vio el esfuerzo personal y del grupo por lograr esto. Conseguir la medalla luego de estos 80 días.Ni el más optimista de los psicólogos deportivos podía esperar que llegar al día 80 y ganar una medalla olímpica, no se puede creer. Es en serio, para un congreso de psicología“, destacó.