Si bien para muchos llegar a la primera división de equipos como River y Boca asegura una carrera dentro del fútbol grande o europeo, a veces los caminos van llevando al jugador por distintos rumbos y el mismo debe reinventarse para volver a estar en las grandes ligas.
Este es el caso de uno de los tantos juveniles que promovió Marcelo Gallardo y por el cual había grandes esperanzas en el conjunto Millonario ya que al DT no le tembló el pulso a la hora de incluirlo en partidos importantes, como lo puede ser una final de Copa Argentina.
Allá por el año 2016, una de las grandes sorpresas que tuvo el Superclásico disputado en el Monumental y la gran final de River ante Rosario Central por Copa Argentina fue la inclusión de un Luís Olivera por el carril izquierdo en lugar del lesionado Milton Casco para disputar ambos encuentros.
Con apenas 18 años, el lateral llegaba desde la reserva y pese a que había debutado en finales del 2015 en una derrota 2-0 ante Newells, el jugador no había vuelto a tener rodaje con el primer equipo. Posteriormente, y tras ser campeón con un 4-3 ante Rosario Central, el defensor comenzó a perder terreno.
Sólo unos meses después de la Copa, Olivera se fue por un tiempo a San Martín de San Juan y luego pasó por Fénix de Uruguay. Sin ganarse un puesto en ninguno de estos, regresó a River para marcharse libre en junio del 2019 y así firmar con el Atenas de la Segunda división uruguaya.
Finalmente, y tras un breve paso por el Sporting Kansas City II de EEUU, el ex lateral de River pasó un tiempo en Fénix de Argentina y ahora es el flamante refuerzo de Colegiales. Un nuevo paso en el cual intentará buscar el ascenso y poco a poco volver a demostrar aquellas cualidades que llamaron la atención de Gallardo en el pasado.