Locura de noche se vivió ayer por la quinta fecha de la Copa Libertadores de América. River, con un plantel que tiene 25 futbolistas contagiados de coronavirus, debió salir a la cancha sin suplentes y con Enzo Pérez en el arco, ya que todos los nombres anotados en la lista de buena fe para dicha posicion se encuentran aislados en sus hogares.

El Millonario pidió a Conmebol poder agregar dos arqueros por esta ocasión, pero desde el ente que controla al fútbol en Sudamérica dijeron que no ya que Marcelo Gallardo se había negado a agregar 50 nombres para tener disponibles durante la primera fase del torneo por una cuestión de ideales tiempo atrás. El destino terminó pasando factura.

De igual manera, con dos juveniles debutando, varios nombres alternativos y un mediocampista lesionado parado bajo los tres palos, en Núñez hubo fiesta total: Independiente Santa Fe mostró su peor cara y perdió 2-1 asegurándose el cuarto puesto en la tabla a falta de una fecha, mientras que los locales se posicionaron en el primer lugar superando a Fluminense.

Claro, en todo momento las cámaras estuvieron encima de Enzo, quien hizo un papel más que digno aunque no lo exigieron mucho. Varias fotos quedarán en la historia, pero la que es para poner en un cuadro, o de fondo de pantalla en el celular, es la que sacaron en el segundo preciso que el árbitro pitó el final del encuentro.

Sonrisa enorme, grito de euforia y brazos en alto mientras más adelante los dos centrales que se bancaron todo lo que vino repetían la fórmula. Épico.