La Copa Libertadores 2015 marcó un antes y un después en la historia de River. Luego de superar uno de los momentos más duros en su historia, a mediados de 2014 llegó Marcelo Gallardo y comenzó con el pie derecho al ganar la Copa Sudamericana en 2014, rompiendo una racha de 17 años sin títulos internacionales. Sin ir más lejos, en aquel certamen dejó en el camino a Boca en semifinales y luego derrotó en la final a Atlético Nacional de Medellín.
A comienzos de 2015 volvió a gritar campeón, en esa oportunidad de la Recopa Sudamericana al superar a San Lorenzo. Pero el comienzo en la Copa Libertadores lejos estuvo de ser el ideal: se metió agónicamente y por la ventana a octavos de final y su rival en esa instancia fue Boca, que había realizado una fase de grupos casi perfecta. La ida fue 1 a 0 en el Monumental y todo se definiría una semana más tarde en La Bombonera, pero nadie se imaginó lo que podía pasar.
El clima en La Bombonera estaba caldeado. La derrota en la ida lo dejaba complicado y luego de un primer tiempo casi sin oportunidades para ninguno de los dos equipos sucedió lo inesperado. El Millonario salía por la manga -la escalera que llevaba a la misma estaba pegada a la popular local- y ahí Adrián Napolitano, popularmente conocido como Panadero, lanzó gas pimienta casero a los futbolistas del Millonario, dañando principalmente a Leonardo Ponzio y Leonel Vangioni.
En ese momento no se entendía qué estaba pasando. Se veían manchas naranjas en las camisetas de algunos jugadores de River, Ponzio no podía abrir los ojos, Vangioni estaba igual y había algunos futbolistas más afectados, pero con consecuencias menores. En el desconcierto, algunos jugadores de Boca se solidarizaron, otros no quisieron hacerlo, el árbitro del partido -Darío Herrera- no dio inicio al complemento, pero tampoco suspendió el partido. Ingresó un veedor de la Conmebol y, mucho tiempo después, se suspendió el encuentro.
Conmebol le dio por ganada la serie a River que en cuartos de final dejó en el camino a Cruzeiro, en semifinales a Guaraní y en la final a Tigres de México. Pero lo que se recuerda principalmente de aquella Copa Libertadores fue la noche del 14 de mayo de 2015, en la que un hincha de Boca arruinó una serie que terminó pasando a la historia por cuestiones que nada tiene que ver con el fútbol. Este hecho, no solamente se sigue recordando, sino que fue, es y será motivo para que los hinchas del Millonario gasten a los del eterno rival.
