El Burrito Ortega tenía razón, en el Monumental, River tenía que jugar con Franco Mastantuono y con Claudio Echeverri en la revancha contra Atlético Mineiro. Marcelo Gallardo se diferenció de Ariel y dijo que con él no iban a tener la responsabilidad de ser los “salvadores”, pero al final los mandó a la cancha con el 0-3 en el global y media hora para cambiar la historia. ¿Si eso no es ser salvadores, qué significa?
Yo no se si eso fue por orgullo para no darle la razón a Ortega, pero lo cierto es que Gallardo se equivocó una vez más en esta serie donde cometió un montón de errores. Estuvo desconocido, no estuvo a la altura.
Con los dos chicos en cancha, al menos la gente se entusiasmó, lo mismo que con el Pity Martínez, que fue al frente. Ellos tres, con Franco Armani, fueron los únicos que se salvan de este incendio con Atlético Mineiro.
Demasiada hinchada, demasiado amor, demasiado gesto, esfuerzo, banderazo, ir a Brasil, bengalas, todo para un equipo tan pobre, impotente e incapaz de hacer un gol en el Monumental. Si hay algo que en la historia le resultó fácil a River era anotar en su cancha y ahora, en los últimos 3 partidos gritó solo uno y de penal, contra Vélez.
Otras cosas que no se entendieron de Gallardo en la revancha. ¿Por qué lo sacó a Borja con el partido 0 a 0? ¿Por qué jugó Maxi Meza, que hasta ahora no demostró nada?.
El fin de la historia es un fracaso total. River se preparó para jugar la final de la Copa Libertadores, la dirigencia invirtió 50 millones de dólares en refuerzos y finalmente el Millonario la verá por televisión.
¿Qué hubiese pasado si Martín Demichelis hubiese continuado en el cargo? Imposible saberlo, pero el fracaso que quisieron evitar con su despido, finalmente sucedió con Gallardo en el banco.