Cuando parecía que las declaraciones de Lionel Scaloni solo tenían que ver con alguna precaución y no mucho más, la Selección Argentina terminó confirmando la baja de Nicolás González. El zurdo, lesionado, perdió su lugar entre los 26 convocados y un rato después se sumó Joaquín Correa. Thiago Almada y Ángel Correa viajan a Qatar para reemplazarlos.
La baja del hombre de la Fiorentina es más que sensible, teniendo en cuenta que fue titular en gran parte del ciclo y uno de los jugadores polifuncionales que siempre se necesitan en estas competencias. Mientras se hablaba de la desgracia de que se pierda el Mundial por una lesión, en las redes se empezó a hablar de una maldición.
Cuando hablamos de bajas sensibles en la previa de un Mundial no hace falta irnos muy atrás. Para Rusia 2018, Manuel Lanzini se rompió los ligamentos y en su lugar terminó viajando de emergencia Enzo Pérez. ¿Lo más curioso? Tanto González como el ex-River iban a utilizar el dorsal 15 en la Copa del Mundo.
Así como Enzo lo usó en 2018, el encargado de llevarlo ahora sería Ángel Correa (salvo que se lo den a Almada). Habrá que esperar 4 años para ver si esta teoría se mantiene vigente de cara al Mundial 2026.