Hace apenas algunos días, todo el mundo imaginó que el camino de Boca Juniors se allanaba completamente luego de eliminar a River Plate por penales en el marco de los octavos de final de la Copa Argentina. Sin embargo, ese pronóstico no estuvo más alejado de la realidad, ya que la formación Xeneize continúa sin encontrar el rumbo.
El equipo comandado tácticamente por Miguel Ángel Russo, que ya se había despedido de la Copa Libertadores de América luego de una polémica serie frente a Atlético Mineiro, está diagramando un comienzo realmente de pesadilla en la Liga Profesional de Fútbol de Argentina, donde este domingo perdió 1-0 contra Estudiantes de La Plata y se hundió en la tabla de posiciones.
En ese contexto, el mencionado director técnico de Boca quedó literalmente en la cuerda floja. El periodismo y los hinchas coinciden en que se trata de un ciclo cumplido mientras que el estratega busca el camino para tener una vida más. Pero lo cierto es que las noticias que tienen lugar puertas adentro no ayudan en lo más mínimo.
Sin ir más lejos, este lunes se confirmó un caso positivo de coronavirus en el plantel. Se trata de Valentín Barco, prometedor lateral izquierdo que ya dio sus primeros pasos en el primer equipo Xeneize. El juvenil, considerado como una de las joyas principales de la institución, se vio contagiado en medio de una pandemia que no termina de irse.
Cabe destacar que el futbolista que en julio pasado cumplió los 17 años de edad se encontraba aislado luego de ser contacto estrecho de Agustín Lastra, arquero de Boca que había dado positivo de COVID-19 el viernes pasado. No es un detalle menor que Barco se encuentra en muy buenas condiciones y sin ningún tipo de síntoma.
