Después de hacer un gran sacrificio durante los 90 minutos de juego reglamentarios en los que a Boca le tocó jugar con un hombre menos por la expulsión de Luis Advíncula a segundos de iniciado el partido, a Miguel Merentiel le tocó vivir la decepción de ser quien falló el penal que le permitió a Cruzeiro ganar la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana.
Un detalle inmediatamente posterior que pasó inadvertido en la transmisión fue que Kaio Jorge, jugador del equipo brasileño que había ingresado en el complemento, fue directo a festejar en la cara del delantero uruguayo, que todavía estaba en el piso sin terminar de procesar el fallo que había terminado con las ilusiones del Xeneize en el certamen continental.
Cuando todos los jugadores de Cruzeiro corrieron hacia Cássio para celebrar la clasificación a cuartos de final, el delantero de 22 años se detuvo justo frente a Merentiel, que había quedado sentado de espaldas al arquero, para gritarle en la cara, sin que hubiese reacción del uruguayo.
Fue por esa razón que Diego Martínez corrió casi de inmediato a levantar y consolar al delantero, al igual que Marcelo Saracchi y otros compañeros, para de paso sacarlo del tumulto de jugadores de Cruzeiro que festejaban cerca de su posición.
Tras el penal errado por Merentiel y la clasificación de Cruzeiro, Kaio Jorge corrió para celebrar con sus compañeros pero frenó y gritó... ¡en la cara del uruguayo!
Merentiel tuvo la clasificación antes de los penales
Incluso antes de fallar su penal en la definición, lo que desencadenó la eliminación de Boca de la Copa Sudamericana, Miguel Merentiel había desperdiciado la oportunidad de igualar las acciones en Belo Horizonte, lo que hubiese significado la clasificación.
ver también
Indignación entre los hinchas de Boca por un offside que pudo cambiar la serie contra Cruzeiro por los octavos de la Copa Sudamericana
Tras una gran escapada de Marcelo Saracchi, que se metió dentro del área y tiró el centro atrás ante la salida de Cassio, el uruguayo definió sin oposición del arquero, pero también sin la suficiente dirección y potencia como para esquivar la presencia del último defensor, que rechazó sobre la línea.
El propio Diego Martínez terminó lamentando esa ocasión desperdiciada, que en su opinión hubiese derivado en la clasificación que Boca mereció por lo hecho en Brasil. “Creo que todos sentíamos que después de los noventa y pico de minutos que hizo este grupo íbamos a pasar. Y la última de Miguel tendría que haber sido gol, porque este grupo se lo merecía”, expresó en rueda de prensa.