Lo llamaron, le insistieron y él dijo que no. Pensó que era para volver a dirigir, pero su etapa de técnico está en pausa, dice. Hasta que le aclararon que era para volver a jugar y ahí entonces dijo que sí, rotundamente. Su equipo, Argeave Sports, quedó eliminado en octavos de final, “y hasta me anularon un gol”, cuenta.
“Lo importante es que volví a pisar el área”, se ríe Gastón Esmerado. A los 46 años, retirado hace 9, volvió a ponerse los botines para la Copa Potrero. Y se lo escucha feliz hablando con BOLAVIP.
“Tener esta experiencia de vuelta, como que ‘ah, estaba bueno ser jugador del fútbol’. Volvimos a concentrar, volvimos a entrenar en grupo, volvimos a reirnos, a hacernos bromas entre nosotros. La verdad que estuvo buena la experiencia en este torneo, es una organización espectacular“, dice el Gato.
Esmerado con Argeave Sports. Jugó con Gastón Del Castillo, hermano del Kun.
La Copa Potrero, organizada por Sergio Agüero y con la transmisión exclusiva de Disney+, presentó 40 equipos de siete integrantes, con algunas reglas diferentes al fútbol 11 y partidos más cortos. Los clasificados a cuartos ya se aseguran un cachet de 10.000 dólares y el campeón se llevará U$S 210.000. Algunos equipos tienen presidentes o jugadores famosos como Nico Otamendi, Leandro Paredes, Thiago Almada, Carlos Tevez, Ariel Ortega, Mauro Zárate, entre otros.
Con pasado en Arsenal, Colón, Estudiantes y el famoso Huracán de Ángel Cappa, su participación en la Copa Potrero le dejó una sensación positiva, no sólo por haber recuperado la memoria de jugador: “Había chicos jóvenes que no llegaron a ser jugadores o son amateurs y tener la experiencia nosotros con ellos y ellos con nosotros también fue muy enriquecedora. Es más, ahora en el grupo que se armó los chicos y todos están bajando mensajes que realmente valió la pena haber ido a este torneo porque lo pasamos muy bien”.
Las polémicas y los talentos
-¿Te sorprendió que hayan participado jugadores profesionales en actividad y lo que pasó con ellos después?
-Sí, nos llamó mucho la atención que siendo profesionales vayan a jugar. Pero bueno, hay que ver de qué clubes eran, qué salario tienen. No te olvides que hoy (por los octavos de final) los que ganaron ya tenían un premio, entonces por ahí los chicos ven que van a ganar más dinero acá y vienen a jugar y no piensan en su futuro. Hoy cambiaron mucho los jugadores. No sé si éramos mejores o peores, pero por ahí estas cositas un poco se pensaban antes de hacerlas. Sí, llamó la atención que varios clubes, lógicamente, tomaron medidas y les rescindieron el contrato.
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Cuadro de cuartos de final de la Copa Potrero
-¿Qué hubieses hecho vos como entrenador?
-Y por ahí no lo toleraría, pero hay que ver el contexto. En qué club estás, la parte económica es muy importante, más hoy en día, hay que ver de dónde es, ver cuestiones que por ahí desde afuera decimos ‘sí, fue a jugar y no le importó nada’ pero hay que ver si tiene dinero para comer a la noche o llevar algo a la casa. Nunca se sabe. Yo trato de no hacer un juicio si no sé realmente el fondo de la cuestión.
-Quizás es un tema de dinero o de mostrarse…
-También va por ese lado, por eso hay que ver un todo y no quedarse con el que cometió un error y fue a jugar porque es profesional. Hay que ver si el chico tenía necesidades o esta es la oportunidad para que me vean porque donde estoy jugando la verdad que no me ve nadie. Tuvo una repercusión muy grande, acá vi grandes jugadores que por ahí uno no los conoce y por ahí se los lleva algún club y empiezan a hacer su carrera profesional a través de este torneo.
Así lo presentaron a Esmerado.
-¿Te imaginás que alguno pueda pegar el salto desde la Copa Potrero?
-Hubo casos, así que puede pasar. El más conocido creo que fue Diego Latorre que jugaba en un country. Y después yo tuve de compañero a Santiago Hirsig, que empezó a jugar a los 18, 19 años, no sé en qué lugar y de ahí fue a Atlanta, Platense, Huracán, Arsenal, San Lorenzo e hizo su carrera y hasta jugó en el exterior. Entonces puede pasar. Y más con la repercusión que tuvo esto a nivel nacional e internacional, porque donde lo pasan se ve de todos lados. Los chicos que no son profesionales, estando concentrados en el día a día con ellos, estaban terribles. Me decían, ‘las solicitudes que tengo por esto o por lo otro’. Le abrió las puertas a mucha gente, no solo en lo futbolístico, también a los equipos que son de alguna empresa. Estuvo muy buena la idea de Sergio Agüero.
Dice que entre ellos -le tocó compartir equipo con el Moncho Ruiz, Matías Defederico y el Tano Pernía- escucharon sobre tal o cual jugador, habilidoso, muy bueno, talentoso, que podía pegar el salto. “Había un zurdo, un 10 que la descosía, ese tranquilamente puede jugar en un equipo del Nacional B. Cuando íbamos a jugar escuchás que la gente habla ‘este equipo juega bien, el 10 juega bien, el 2 juega bien, el 5 juega bien’. Seguramente pronto vamos a escuchar que algún club que se llevó algún jugador de este torneo“, vaticina Esmerado.
-Todo al revés de lo que pasó con Spreen en Riestra…
-Exactamente, esto es todo lo contrario porque acá los chicos juegan, saben jugar al fútbol. De los 40 equipos que se anotaron, te puedo asegurar que todos saben jugar al fútbol. Unos mejor, otros no tanto, pero todos jugaron al fútbol. Lo que pasó con Riestra ya se habló demasiado, es lo que busca Riestra, que hablen de ellos, es marketing. Lo dijo el chico de Vélez, fue una falta de respeto porque eso no es la realidad. Nosotros. dejamos muchas cosas de lado por ser jugadores de fútbol. Algunos llegan, otros no. Y desde muy chiquitos tenés que hacer sacrificios, porque no todos están preparados. Entonces, lo que se mostró con ese chico no es la realidad.
Esmerado no dirige desde que se fue de Deportivo Madryn. Foto redes.
Para el exvolante central, Agüero creó esta competencia con el fin de darle a muchos la chance de sentirse jugadores por un rato, lejos de cualquier mirada suspicaz y alejado de las críticas: “Es porque salió bien. Cuando sale bien, se empieza a hablar, empiezan a comparar. Pero yo creo que el Kun no lo hizo con ese fin, lo hizo para cumplirle el sueño y que vean lo que es ser jugador de fútbol profesional. Ibas a un lugar donde te acreditabas, te subías a un micro, iba todo el equipo junto al lugar donde se jugaba, el vestuario para vos, tenías masajistas, kinesiólogos, te daban vendas que usan los profesionales, todo lo mismo. Tenías vouchers para comer después, agua y una bebida energizante también, todo como si fuera un torneo profesional. Eso para un chico que no llegó o que quiere ser jugador de fútbol fue impresionante, es impresionante. Es para sacarse el sombrero. Y después, por ahí, representaste a cualquier equipo, a una marca o a un barrio. Y, por ejemplo, el equipo que yo estaba tenía 16.300 hinchas: más hinchas que muchos clubes de acá de Buenos Aires que están unos al lado del otro y tienen poquitos.
Lejos de la línea de cal
Después de una polémica salida de Guillermo Brown, de la que dice “ya habló demasiado”, pasó por Deportivo Madryn pero desde hace un tiempo está alejado de su tarea de DT. Ligado al fútbol en otras tareas, disfruta de sus hijos y de su nieta, lo remarca. A los 46 años es un joven abuelo que disfruta de los días en familia que 20 años de carrera profesional le quitaron.
con Huracán perdió aquella polémica final ante Vélez en el 2009, con el equipo famoso del Tiki Tiki de Angel Cappa, un DT con el que mantiene un cariño especial. Y con Arsenal le tocó ascender y también ser campeón, aunque le quedó la espina de probar en un equipo de los denominados grandes. “Sí, la verdad que si. Después del primer año en Primera con Arsenal, se había ido el Polaco Bastía de Racing y me querían a préstamo. Pero en ese momento era difícil irse de Arsenal y no me dejaron ir. Y después tuve una propuesta en el 2005 de ir a Francia pero justo se había desarmado mucho el equipo, se habían ido Calderón, Denis y Limia; todavía me acuerdo como si fuera hoy que fui a hablar con Don Julio y no sé cómo hizo pero me convenció. Me dijo dónde iba a encontrar un 5 de mis características faltando una semana para que empiece el torneo”.
-¿Cómo eran las charlas con Julio Grondona?
-Nunca negocié un contrato con él, personalmente hablé dos veces con él por alguna situación particular. Pero Don Julio fue el mejor de todo, tenía un poder de convencimiento en lo que te decía. Me acuerdo que en ese momento, cuando llego a mi casa “¿Y nos vamos a Francia?”. No, no, nos quedamos. “Pero cómo, si tenés el fax con la propuesta y todo”. Pero bueno, no depende de mi. Después siempre grupal, cuando íbamos a jugar algo importante. Las veces que lo crucé era agradable escucharlo.
Esmerado en sus tiempos en Arsenal. Foto web.
-Arsenal en ese momento era observado como el caballo del Comisario, como ahora ocurre con Barracas Central y Tapia. ¿Lo sentían eso?
-No, nosotros desde adentro no. Por ahí, ahora se siente más porque hay más tecnología, están las redes sociales. De nosotros se hablaba el lunes en el diario y después no se hablaba más, porque Arsenal no vendía. Yo siento esa similitud. Siempre estaba, pero nosotros íbamos a entrenar todos los días, como cualquier club. Y me ha pasado de compañeros que por ahí los teníamos en contra y cuando venían a Arsenal decían “ah no, pero no es tan así como parece de afuera”. Lógicamente todos los equipos tienen algún árbitro que a veces te beneficia, a veces te perjudica. Y a nosotros nos pasaba lo mismo. Teníamos sí a Don Julio, y se hablaban cosas. Pero cuando ascendimos tuvimos que jugar dos finales, tanto de local como de visitante nadie nos regaló nada. Y después clasificar a las copas y salvarse del descenso, creo que el primer año nos salvamos faltando dos fechas, si tanta ayuda teníamos nos podríamos haber salvado antes o no sé que suspendan los descensos.