Michael Phelps, Caeleb Dressel, Ryan Lotche, Katie Ledecky… Esos son nombres que han surgido de la natación y que han trascendido el deporte, siendo reconocidos mundialmente hasta por gente no familiarizada del todo con el deporte. Todos ellos tienen algo en común: su éxito en la máxima escena mundial, los Juegos Olímpicos.
Es por ello que fuera de los fanáticos de la natación, pocos conocerán la historia de Lani Pallister, una muy joven nadadora australiana que apenas tiene 22 años. Sin embargo, en su haber ya aparecen cuatro medallas de oro en el Campeonato Mundial de Natación en Pileta Corta de 2022.
Entonces, ¿Por qué no es reconocida mundialmente? Pues porque no ha podido siquiera debutar en un Juego Olímpico, y su historia es una de superación absoluta, enfrentándose a las pruebas más duras que puede ponerle la vida a una persona. Lani Pallister ya ha superado una operación de corazón y grandes problemas de desorden alimenticio.
Lani Pallister aún no pudo debutar en un Juego Olímpico. IMAGO
Una enfermedad del corazón le impidió estar en Tokio 2021
Pallister fue una destacada nadadora desde una corta edad y tiene medallas doradas en los 400 metros libres, 800 metros libres, 1500 metros libres y 4×200 metros libres. Pero su ausencia de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 tuvo un motivo resonante: fue diagnosticada con una taquicardia supraventricular (TSV), una enfermedad del corazón que provoca arritmias. Es decir, irregularidades o elevadas cantidades de latidos.
Lani Pallister ganó cuatro medallas de oro en el Campeonato Mundial de Pileta Corta en 2022. IMAGO
“En marzo me diagnosticaron con TSV, por lo que tuve una intervención cardíaca. Ese fue el inicio de un efecto de bola de nieve. Paré de comer en búsqueda de estar flaca, en lugar de en forma y fuerte, como la mayoría de los atletas“, relató la propia Pallister en una entrevista con The Morning Herald, allá por 2022.
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Ese desorden alimenticio se traducía en tan sólo comer dos veces por día, y una obsesión por compararse con el físico de otras nadadoras. Esto no sólo le generó un impacto en lo deportivo, sino en lo personal. Por fortuna, encontró ayuda en su madre, Janelle, nadadora olímpica en Seúl 1988, y otras personas que la ayudaron a volver “mejor que nunca”, como ella misma describe.
Por COVID-19, todavía no pudo debutar en estos Juegos Olímpicos
Con todo esto superado, París 2024 se alzaba como la gran oportunidad de Lani para mostrarse ante los ojos del mundo. Sin embargo, la vida le volvió a poner una prueba: el COVID-19. Lani, que se había retirado de los 400m libres para guardar fuerzas para otras pruebas, dio positivo de Coronavirus en las últimas horas, y tampoco podrá participar de los 1500m.
Espera poder estar en la prueba de 4x200m libres. IMAGO
Su esperanza es recuperarse antes del jueves, cuando iniciarán las eliminatorias de los 4×200 metros libres, con el equipo de Australia y sus otras tres compañeras. Su participación significaría su debut olímpico, y el broche de oro para una historia llena de pruebas de resiliencia, las cuales Lani ha superado una tras otra para poder disfrutar de este momento y, finalmente, ser olímpica.