Ugo Humbert quiere dar el golpe en Wimbledon nada menos que ante Carlos Alcaraz, uno de los mejores tenistas del momento y defensor de título del Grand Slam inglés. El francés de 26 años que esta temporada ha ganado dos torneos, viene de barrer al norteamericano Brandon Nakashima y ahora tendrá todos los ojos puestos encima suyo en los octavos de final.
Humbert, actual 16° del mundo, nació en el seno de una familia trabajadora, su padre Eric y su madre Anne son dueños de una carnicería en Metz en dónde él ha colaborado y en la que habitualmente trabaja su hermana Lea. Pero el joven Ugo nunca se interesó realmente por la carne.
Desde pequeño adoptó el tenis y siempre se declaró como un admirador de Roger Federer, a quien vio triunfar mientras él era apenas un cadete. Curiosamente, en esa época estuvo cerca de dejar el deporte porque de preadolescente llegaron los dolores. Al “pegar el estirón” su cuerpo empezó a molestarle al punto tal de que en su etapa junior estuvo dos años sin jugar torneos.
Fue en ese entonces que aprovechó para dedicarle más tiempo a su otra pasión: “Me encanta la música, es mi segunda pasión después del tenis. En su momento era mucho mejor al piano que con la raqueta, estudié las dos cosas al mismo tiempo desde los cinco años. Luego a los 12 empecé con la guitarra, que es un poco más difícil que el piano, pero hace un par de años que le dedico mucho más tiempo porque es más fácil de transportar. Es agradable pensar en otra cosa que no sea tenis, por eso toco la guitarra”, contó hace tiempo.
La carrera de Humbert como tenista
Pero su amor por el tenis lo hizo volver a intentarlo y pronto se destacó en la categorías juveniles con su potente brazo zurdo. Curiosamente en la actualidad él es uno de los 11 tenistas zurdos del Top 100.
Este año ha sido el mejor de la carrera de Humbert con dos de sus seis títulos: Marsella y Dubai. Lo más llamativo es que desde su etapa como profesional en 2016 ha disputado 6 finales y todas las ganó: “Tengo un gran estado de ánimo cada vez que juego una final. Me las arreglo para estar muy presente. Hoy al principio estaba estresado pero trato de demostrarlo lo menos posible. Estoy tratando de encontrar una solución para llegar a la cima porque creo que eso es lo que más me motiva, ganar trofeos. Estas son semanas importantes y momentos importantes porque puedo celebrar con las personas que amo”, declaró en marzo tras derrotar al kazajo Alexander Biblik en Dubai.
El propio se tiene fe en el césped de Wimbledon porque la superficie que más le cuesta es arcilla. Según él mismo confesó en una entrevista en 2023, incluso tuvo la posibilidad de practicar con Rafa Nadal en tierra batida: “El año pasado entrené con él y me propuso disputar una manga. Creo que fue el mejor set que he jugado en toda mi vida, un nivel espectacular, y solo fui capaz de ganar dos juegos, y gracias a que saqué muy bien“.
Ahora, Humbert deberá poner todo eso a prueba en los octavos de final este domingo cuando se enfrente por primera vez en su carrera a Carlos Alcaraz, campeón de Wimbledon en 2023. ¿Será la hora del francés?