Mientras el primer equipo de Cruz Azul pudo encontrar un buen funcionamiento y se prepara para el regreso del futbol, en la directiva del club estalló una bomba: Billy Álvarez y los altos cargos sufrieron la paralización de sus cuentas bancarias por una investigación de la Unidad de Inteligencia Financiera. Tras el escándalo, se confirmó que Víctor Garcés, uno de los involucrados, deberá declarar ante la entidad estatal para aclarar la situación.

Según informó el periodista René Tovar de ESPN, el directivo fue citado para rendir cuentas la próxima semana y echar agua sobre supuestas irregularidades en sus declaraciones ante el Sistema de Administración Tributaria. Ante la cadena televisiva, Garcés definió al tema como una "confusión" y se mostró abierto a dar entrevisas una vez que exponga su versión de los hechos a la UIF. 

Los movimientos que llamaron la atención de los investigadores públicos fueron las transferencias que recibió por 184,850,194 pesos, cuando solamente 36,178,709 fueron declarados anualmente. La actividad del ex vicepresidente de La Máquina incluye depósitos en efectivo, compras de propiedades en Estados Unidos, adquisición de autos de lujo y pagos de tarjetas de crédito. 

En las últimas horas, el cuadro cementero se desligó del acusado y desmintió que tenga un cargo en el actual organigrama de la institución. En febrero de 2020, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México desconoció al directivo como integrante de Cruz Azul.  

Garcés es abogado de profesión y es cuñado de Billy Álvarez. Junto a su familiar estuvo en el club azul desde hace más de una década. Además, llegó a ocupar importantes posiciones en la Federación Mexicana de Futbol donde se desempeñó como Presidente de Primera división.