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Se cumplen 24 años del episodio más doloroso en la historia de Tigres. Un 24 de marzo de 1996, el club felino descendió en manos de eterno rival, Rayados.
Lo que curiosamente salió a la luz en este día tan especial fue el testimonio de Óscar Salas, actual Jefe de Servicios Medicos de la UANL, quien en la década del noventa se desempeñó como vicepresidente deportivo del cuadro universitario.
Salas aseguró que, hacia la campaña de 1993-1994, su idea era contratar a Víctor Manuel Vucetich en lugar de Francisco Avián, entrenador de Tigres en aquel momento, pero se lo negaron.
“Al equipo lo recibimos casi sin técnico. Me nombraron vicepresidente y al instante se confirma a Francisco Avilán como entrenador. Se hicieron 44 putos en la temporada la temporada, una puntuación muy alta. Esa época, en 1992-1993, no había mucha inversión”, comentó en una entrevista con Mediotiempo.
A su vez, el exdirectivo reveló: “Tuve que tomar una decisión, porque yo proponía unos cambios. Quería contratar a Vucetich que habpía terminado con León su gestión. Le explique al rector de Tigres que debíamos hacer un cambio en la dirección técnica para mejorar el rendimiento. Sin embargo, el rector tomó la decisión de mantener todo como estaba. Esa fue mi razón de la salida de Tigres”.
Meses más tarde, Avilán dejó el cuadro felino para cederle su lugar en el banquillo a Mateo Bravo, quien hizo una pésima campaña. En los dos años siguientes, el Universitario cambió en tres ocasiones de entrenadores: Jorge Vieira, Ignacio Rodríguez y Carlos de los Cobos. Todos terminaron por hundir al equipo.
Hasta que, finalmente, para la campaña de 1995-1996, la directiva de Tigres fue a buscar a Vucetich. Ya era demasiado tarde: a pesar de su buena campaña, no pudo lograr la salvación.
