En tan solo diez minutos en cancha, Carlos Hermosillo se convirtió en la figura de la Final entre Cruz Azul y León.

Aquel domingo 7 de diciembre de 1997, un golpe, sangre y un penal fueron suficientes para convertirse en el héroe del último título de liga de La Máquina.

El delantero ingresó en el minuto 106, durante el tiempo de descuento, y eso bastó para hacer un gol, ser la figura y darle el octavo título al equipo dirigido por Luis Fernando Tena, en aquel momento.

Hermosillo ingresó con un chaleco antibalas debido a que, en la Semifinal ante Atlante, sufrió una fuerte lesión en las costillas.

El Flaco sabía que iba a necesitar de los servicios del atacante en algún momento del partido. Es por eso que no tuvo más remedio que ponerlo los últimos minutos, y le acertó.