Luego de una destacada carrera como árbitro internacional, a Felipe Ramos Rizo se lo suele ver en modo adusto cuando crítica las actuaciones de sus colegas en la pantalla de ESPN. Sin embargo, hoy mostró su lado más tierno al sorprender a un pequeño niño que sueña con seguir sus pasos y convertirse en silbante

Felipe Ortega es un aficionado al futbol de siete años distinto a los demás: no sueña con ser Messi o Cristiano Ronaldo, sino que su aspiración es impartir justicia dentro de una cancha. "Ser la autoridad dentro del terreno de juego es mi pasión y llegar a ser profesional es el sueño a cumplir", explicó en ESPN el oriundo de Iguala, Guerrero.

En un cruce producido por la cadena televisiva, Ramos Rizo aconsejó al chico. "Te tienes que imponer en la cancha, que aquel jugador que te grite lo amonestes, aquel jugador que te insulta lo expulsas o aquel jugador que agreda a un adversario o pegue una patada lo tienes que expulsar", le dijo. 

Además, el ex silbante de la Liga MX le contó su experiencia en el Mundial de Corea Japón 2002 y le enseñó un cuadro con la foto del Inglaterra-Brasil que dirigió. "El ambiente me gustó. Estar en un partido que todo el mundo lo está viendo. La satisfacción de representar a mi país fue lo más importante para mi", recordó. 

Después de responder que uno de los árbitros que mira es César Arturo Ramos, Felipe recibió una sorpresa: fue agasajado con tres juegos de playeras de la escuela de arbitraje de Felipe Ramos Rizo. "El arbitraje te lleva a ser muy disciplinado. Tiene que haber mucho respeto sobre todo porque tu eres la autoridad", concluyó el analista cuando entregó los regalos.