En el comienzo del partido, ni Inter ni River se lograban asentar de buena manera en Porto Alegre.

Sin embargo, el dueño de casa fue el primero en golpear: a los 18 minutos marcó el 1-0.

Después de un centro de Andrés D'Alessandro, el rebote le quedó al local y Nico López desvió un remate que no tenía peligro prácticamente.

La nueva proyección del tiro se volvió imposible para Germán Lux, quien voló pero no pudo hacer nada para evitar el tanto.

Arrancó bien el dueño de casa.