Después del dolor de cabeza que significó perder la Copa Libertadores en Lima, y más que nada de la forma en que la perdió, River necesita un desahogo.
Por eso, tenía la ocasión perfecta este viernes en la final de la Copa Argentina y no desaprovechó la oportunidad.
Le ganó 3-0 a Central Córdoba, levantó su tercera Copa Argentina en los últimos cinco años y Gallardo sumó su título número once como entrenador millonario.
Fue todo desahogo y descontrol no solo para los hinchas, sino también para los jugadores y así quedó demostrado dentro de la cancha.
Después de la goleada y el triunfo, los jugadores de River fueron a recibir la medalla y la copa con la famosa canción que hay contra Boca.
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