El mundo Boca se vio conmovido ayer por la salida de Mario Pergolini, quien renunció a su cargo como vicepresidente del club. Quien había llegado al poder en diciembre de 2019 abandonó su posición por diferencias con el Consejo de Fútbol, liderado por Juan Román Riquelme.
Hoy, el conductor se expresó más al respecto y dejó en claro que le molestaron varias actitudes de quienes estaban por debajo del 10 (léase Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado) y decidió dar un paso al costado.
Por supuesto, lo ocurrido fue tema de conversación central en casi todos los programas de televisión deportivos. En ESPN F90, además de la enorme nota con Lucas Torreira, pudimos escuchar una larga editorial de Sebastián Domínguez aconsejando al máximo ídolo de la historia del club.
“Boca tiene un problema de planificación muy grande. Porque los roles, y sobre todo las áreas, no están delimitadas. River llega a un orden porque el poder que ha tenido (Marcelo) Gallardo lo ha sabido administrar de una manera vertical, siempre con un sentido común que prevalece. En Boca, en cambio, esa planificación no existió de entrada,el nombre de Román es muy pesado y muchos están descansando en ese bienestar que genera el hecho de tenerlo dentro del club”, abrió.
Por último, dejó en claro lo que, para él, el club necesita para terminar con los problemas internos:“Boca necesita ordenarse institucionalmente. Viene de recibir un golpe atrás de otro y va a terminar cargándose a un ídolo muy importante del club por no planificar a tiempo. Román va a tener que pedir ayuda a gente capacitada en el área de la política para diagramar institucionalmente lo que es Boca. Es claro que Riquelme tiene la intuición que no tiene nadie, pero a la hora de planificar necesita que alguien lo asesore”.