Partido de altísimo voltaje en el Estadio Libertadores de América de Avellaneda, donde se encontraron frente a frente Independiente y Boca Juniors en el marco de la continuidad de la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional de Argentina.

Es que, ya desde el comienzo, tanto los de Julio César Falcioni como los de Miguel Ángel Russo pusieron mucha pierna fuerte y no se guardaron nada. Eso sí: también expusieron un interesante nivel futbolístico y crearon situaciones de gol.

Bajo esa órbita, el primero en pegar fue el equipo anfitrión. En la primera parte y luego de una muy mala salida de Esteban Andrada tras una pelota parada, Gastón Togni puso la cabeza y estampó el 1-0 con el que los equipos se fueron al descanso.

Posteriormente, a poco de comenzada la etapa complementaria, el campeón vigente del fútbol argentino encontró la anhelada paridad. También por intermedio de un envío aéreo, Carlos Zambrano metió el cabezazo y emparejó la historia.

Pero la pierna fuerte tuvo un párrafo aparte: Juan Manuel Insaurralde debió ser expulsado por un pisotón sobre Sebastián Villa y Jorman Campuzano tendría que haber visto la tarjeta roja por una muy fuerte infracción. Pero había más.

Más tarde, Marcos Rojo salió demasiado lejos y encontró la humanidad de Sebastián Palacios. El exdefensor de Manchester United, entre otros equipos, llegó muy tarde y le propinó al atacante un pisotón que podría haber sido expulsión.