Palmeiras y River Plate protagonizaron, sin duda alguna, una de las semifinales más apasionantes que se hayan vivido en los últimos años de la Copa Libertadores. El equipo de Marcelo Gallardo se quedó a un gol de salvar la serie luego de haber perdido en Argentina por 0-3. Sin embargo, este duelo también tuvo un tercer protagonista en discordia y ese fue el VAR.

En el estadio de Palmeiras, quien tomó las riendas del VAR fue el árbitro colombiano, Nicolás Gallo. La tecnología tuvo dos intervensiones decisivas en el segundo tiempo del partido y si no hubiese estado, el historia de ese encuentro habría terminado de una forma totalmente diferente.

Bajo las órdenes de Gallo, el VAR le anuló el tercer gol a River Plate y también reversó un penal a favor de los argentinos minutos después. Con esas dos jugadas, los de Gallardo no solo hubiesen igulado en el global, sino que pasaban de largo para llevarse la clasificación. La pregunta del millón es: ¿actuó bien el VAR y Nicolás Gallo en esas dos jugadas?

Muy criticado el VAR, al final terminó cumpliendo su misión. Gracias a la tecnología, el tercer gol de River se anuló por un claro fuera de lugar de Rafael Santos Borré segundo antes del festejo. El colombiano tuvo participación directa en la jugada antes de que Gonzalo Montiel la embocara en el arco de Palmeiras.

Luego, minutos después, vino la segunda gran polémica del partido. En una gran jugada individual de Matías Suárez, cayó dentro del área y el juez decretó penal a favor de River Plate. Gonzalo Montiel estaba listo para cobrar, pero el VAR llamó, avisó al juez de una simulación y reversó la decisión lo que dejó al onceno Millonarios sin el cobro penal.

Otra pudo ser la historia, pero el VAR hizo justicia. Al final, la tecnología sacó una buena puntuación y su participación fue decisiva para que el juego terminara en regla. A pesar de todas las críticas, el trabajo de Nicolás Gallo fue óptimo en un partido con mucha presión.