Botafogo lo perdía por 1-0 con el gol de Nicolás Uvita Fernández ante Defensa y Justicia por el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Fue allí cuando se encontró con un gol en la última del primer tiempo y con cierta polémica. De un tiro libre y un rebote de Enrique Bologna llegó un tanto, que tuvo que ser confirmado por el VAR. Pese a este tanto, no le alcanzó para llegar a semifinales.

Lucas Fernandes tuvo en sus pies la oportunidad del empate con un tiro libre de frente al arco de Beto Bologna. El remate del mediapunta brasileño dio en el palo y rebotó instantáneamente en el arquero argentino. El balón va coqueteando con entrar hasta que llegó el despeje de un defensor del Halcón.

En primera instancia, el árbitro Jhon Ospina no cobró el gol y la jugada siguió hasta que todo se interrumpió. El VAR mantuvo diálogo con el juez hasta que, finalmente, dio por válido el tanto para el conjunto brasileño.

El balón parece entrar en su totalidad, aunque no hay una cámara que realmente certifique que haya sido gol legítimo. De todas maneras, esto deja en evidencia la necesidad de Conmebol de implementar algún tipo de tecnología para los goles milimétricos, como el de este caso. La Premier League, por ejemplo, utiliza el famoso reloj de pulsera para el árbitro, junto a una tecnología especial para el balón.

Volvió a aparecer ‘Uvita’ Fernández

El 1-1 en el entretiempo dejaba la serie entre Defensa y Justicia y Botafogo en pleno empate 2-2 (fue 1-1 en la ida). Por lo cual, un triunfo para cualquiera de estos dos equipos en el segundo tiempo le dará la clasificación a las semifinales de la Copa Sudamericana.

Finalmente, el gol del triunfo llegó para el local. Nuevamente, Uvita Fernández marcó para Defensa y Justicia con un cabezazo tras centro de Alexis Soto. El 2-1 le dio la clasificación al equipo de Julio Vaccari (global de 3-2) y provocó la eliminación del Fogão de la Copa Sudamericana.

El próximo rival del Halcón, en semifinales, se definirá este jueves entre Sao Paulo y Liga de Quito (la ida la ganaron los ecuatorianos por 2-1) en el Morumbi.