Una de las particularidades de la competencia tuvo lugar entre una de las deportistas locales y una japonesa; precisamente a la francesa, de su kimono, se le cayó su teléfono móvil al tatami, situación que en primera instancia no fue apreciada por el juez del combate.

Priscilla Gneto, competidora local, combatía en las semifinales de la categoría de los 57 kg, cuando en medio de uno de los asaltos se le cayó su celular; segundos adelante el encargado de impartir justicia se dio cuenta y detuvo el combate; lo peor estaba por llegar.

La asiática se dio cuenta de la presencia del aparato tecnológico en el tatami y de inmediato se lo pasó al árbitro, que no dudó al descalificar a la judoca gala, a pesar de todo aceptó su error y supo que había quedado derrotada. Sin embargo, no todo fue grave para la deportista.

Ya que pese a perder, en la repesca se quedó con el bronce de la categoría y de la competición al vencer a la deportista de Mongolia, Enkhrillen Lkhagvatogoo. Cabe recordar que Gneto ganó el bronce olímpico en Londres 2012 y fue campeona continental en 2017.