Luego de la final masculina de 400 metros con vallas de Tokio 2020 de este martes, en la que Karsten Warholm consiguió bajar su récord mundial en casi un segundo y llevarse la medalla dorada, Sydney McLaughlin logró lo mismo en la prueba femenina en la que Estados Unidos sumó un oro y una plata.
McLaughlin, de 21 años, había obtenido el récord mundial en las pruebas de su país en junio pasado, cuando logró una marca de 51.90 para convertirse en la primera mujer en bajar los 52 segundos en la prueba. Este miércoles en el Estadio Olímpico llevó su actuación a un nuevo nivel.
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En la final, la subcampeona en el Mundial de Atletismo de Doha 2019 consiguió la medalla dorada con un increíble crono de 51.46 segundos, para mejorar su plusmarca. La estadounidense dominó la prueba de principio a fin para quedarse con su primera presea olímpica.
Dalilah Muhammad, también de Estados Unidos, llegó a la meta en el segundo lugar con una marca de 51.58 segundos, un impresionante tiempo que también estuvo por debajo del récord mundial anterior a la final. Con la medalla de plata, la atleta campeona en Doha 2019 sumó su segunda presea tras el oro de Río 2016.
Muhammad, McLaughlin y Bol, las medallistas de los 400 con vallas. (Getty)
La neerlandesa Femke Bol se quedó con la medalla de bronce tras correr la mejor carrera de su vida con un tiempo de 52.03 segundos, que significó el récord europeo en la modalidad. La pista del Estadio Olímpico continúa prestándose para alcanzar las mejores marcas históricas.