Fue la jugada más determinante de la final de la Supercopa de España. Faltaban pocos minutos para que termine el tiempo suplementario y Morata se iba solo para el gol.

Desde atrás, Federico Valverde le pegó una patada para detenerlo, y al instante vio la tarjeta roja. Un sacrificio necesario.

De esa manera cortó uno de los ataques más claros del partido y logró permitirle a su equipo aguantar hasta los penales para que luego el Real Madrid gane el trofeo.

Hasta Simeone confesó que le pareció bien dicho accionar, a pesar de que perjudicó a los suyos. El propio jugador, por su parte, no se mostró orgulloso pero si afirmó haber realizado lo necesario.

Hoy se conoció la sanción impuesta al uruguayo. El Comité de Competición determinó darle solo un partido de castigo.

Y según informa el diario AS, uno de los medios deportivos más reconocidos de España, hay enojo total en el Atlético.

No solo por el momento de la falta, sino porque según ellos, el delantero que sufrió el golpe se podría haber lastimado de gravedad.

Además, tampoco hubo conformidad con lo realizado por el árbitro durante los 120 minutos, denunciando también que el acta posterior no describe bien cómo fue el momento del que habló todo el mundo del fútbol por largos días.