Javier Pastore no está cómodo en Paris Saint Germain. Juega muy poco, se siente poco importante y su futuro podría estar en otro equipo.
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Carlos Muguruza, un amigo personal del volante, aseguró: “Pastore es feliz como hombre pero está triste como jugador”. Durísimo.
Además, aclaró: “Cuando llegó a París en 2011 me vino a ver a mi restaurante con Chiara, su esposa. Y nos hicimos amigos. Es una persona muy gentil, un personaje raro dentro del mundo del fútbol, donde siempre está lleno de lobos. A su llegada ya fue el líder del PSG pero siempre se ha mantenido natural”.
“¿Cuándo le he visto más feliz? Como hombre, en el nacimiento de su hija, en mayo de 2015. Como futbolista cuando eliminaron al Chelsea en marzo de 2016 (1-1, 2-2, en la Champions). En el camino de vuelta, Javier me envió un mensaje: “Cierra el restaurante el viernes a mediodía, ¡invito a todo el equipo! T todos vinieron”, cerró.