El lunes Luka Modric levantó un merecido Balón de Oro para él, eso no está discusión. Lo que sí sorprendió a todos es que Lionel Messi haya quedado quinto. Sí, supuestamente hay cuatro jugadores mejores que él.

Sin embargo, parece que la veracidad del premio duró hasta sábado, cuando el Diez y capitán del Barcelona saltó al campo de juego para el Derbi catalán.

Ante el Espanyol, Messi abrió el marcador de un golazo de tiro libre que fue al ángulo más lejano de Diego López.

Después hizo malabares con el balón y asistió a Ousmane Dembélé para el 2-0. Ya para el final del primer tiempo era goleada gracias a la anotación de Luis Suárez.

El argentino jugó uno de sus mejores partidos en la temporada y lo consagró con otra maravilla en la segunda parte. Sí, otro golazo de tiro libre, éste desde el otro lado del área.

Barcelona goleó porque tiene al mejor de todos. Así se justificó hoy y así podrían justificarse cientos de sus victorias en los últimos catorce años.

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