Los dos partidos de la jornada de Champions League se resolvieron gracias a la influencia de la tecnología en el fútbol.

Manchester United logró un histórico triunfo por 3 a 1 ante el Paris Saint Germain. El último tanto del partido lo anotó Marcus Rashford de penal, luego de que el VAR sancione una mano de Presnel Kimpembe en el minuto 90'.

Algo similar sucedió en el encuentro entre Porto y Roma. Luego del 1 a 1 en los 90', todo parecía indicar que la prórroga llevaría el mismo a los penales.

Sin embargo, Alessandro Florenzi tomó de la camiseta a Fernando y el referí sancionó penal en el minuto 117'.

Alex Telles convirtió y el Estadio do Dragao estalló en un grito de gol que se extendió hasta poco antes del final, cuando el referí Cuneyt Cakir se negó a revisar un penal a favor del conjunto italiano que podría haber cambiado las cosas.

Así, los locales accedieron a los cuartos de final en una Champions League que parece estar marcada por dos factores: la tecnología y la sorpresa.